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viernes, 30 de diciembre de 2011

Estamos atrapados

Las almas vienen a este mundo,
sin saber el porqué.

Y viven en campos amarillos,
el Sol incluso llega a quemar
sus deseos, por tanta luz,
que los vuelve iluminados.

Y sueñan con despertar
de su pesadilla vuelta vida,
que es inmortal ante su deseo
de escapar volando, hechas pájaros.

¡Mejor que sea mujer su alma!
y huya de la incontrolable irracionalidad.
Que se entregue a la pasión vuelta llama
y que sólo ame, sólo con el corazón.

El recuerdo no las dejará salir.
Siempre las mantendrá atrapadas.

martes, 13 de diciembre de 2011

Hoy por fin

¡Hoy por fin
la inmensidad me rodea!
Por fin la vida se vuelve tibia,
aunque fugaz como siempre.

Hoy por  fin encuentro el ritmo,
la música, el sonido que buscaba.
Por fin llegan las palabras
que acaban con mi espera de calor humano.

Hoy soy libre, hoy ha llegado Dios.
Ya no siento la tristeza, ya conozco la dicha.
La paz ha regresado en alas blancas.
Por fin es otro el humano que habla.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Días como este

Días como este, que la lluvia llama a tu ventana,
y si escampa de tanta preocupación,
podrás ver por el balcón a la ciudad que blanca
guarda algún signo de interrogación.

Días como este, estás caliente y a salvo,
tal vez sólo aburrido de ver las horas escapar,
desde las paredes de esta casa que sos,
que a punta de dolores y amor se construyó.

Tal vez no sea ideal, un día como hoy,
para quedarse esperando el momento,
que alguien llegue, llame a tu puerta
y te diga lo que te espera con el Sol.

Días como este, alguna canción vieja para recordar,
el sabor de la tranquilidad y tal vez,
una mano amiga que llegó de lejos
a tenderte los sabores de la risa y del café.

Días como este, el olor del paisaje prostituido
y viejo que ves con cada amanecer.
Y en un momento, sin saber por qué,
estás en el planeta que alguien te inventó.

Tal vez no sea ideal, un día como hoy,
para perderse en los recuerdos
de lo que fue, lo que se pudo
y tal vez de lo que se perdió.

El horizonte, calma la voz,
que te pide que te sueltes,
que te acurruques y que digas
adiós.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Pero ya no

"Estómago, perdón por las mariposas.
Almohada, perdón por las lágrimas.
Corazón, perdón por todo el daño"

Yo he estado ahí.
Yo he estado llorando día, tras día, tras día.
Yo he estado pensando en lo que fue
y en lo que nunca fue.

Perdí las noción entre los recuerdos,
de los besos que le di,
de cuánta locura pueden albergar
dos pares de labios.

Yo también recorrí su cuerpo con mis manos.
No me gusta decirlo así, pero podría
asegurar que fue mía, fui suyo, fuimos los dos.
Cuánta caricia, cuánto beso, cuánto calor.

Pero ya no.
Me disculpo con mi razón,
por no haberle hecho caso.
Ella sabía mucho más que yo.

Le pido perdón al corazón tan herido.
Al tiempo que le tiendo vendas de cariño.
No quiero sentir de nuevo compasión.
Esos tiempos grises ya fueron.

Tal vez mi mente evoca alguna noche,
cuando lentamente desnudaba su aroma.
Pero ahora, menos joven y más atento,
será otro quien ocupe esa faena.

Ahora soy mejor, soy distinto.
Dejo que la turbulencia se la lleve la marea.
Cuánta oscuridad, cuánto desorden,
que no me dejaba ver lo hermosa de la noche.

Ahora soy yo quien mira atrás y te digo,
desde allá lejos, ¡Hasta luego, torpe ciega!
Que cegada por la amargura dejas ir
a quien en otro tiempo te hizo reina.

Ay mujer dañina, ¡qué hiciste de mí!
Ay hombre tonto, ¡qué dejaste pasar!
Pero ya no repito, ya soy otro,
que toma su vida y de ti se aleja.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Canción para el hombre que nunca aprende


"¡Ay qué pereza!
¡Todavía pregunta por ti!"
(a Pedro)

Tal vez media Luna como único norte.
Una noche fría, sin dónde ir.
Está el que nunca quiso aprender.
El que siempre se refugia en todas partes.

"Ella no está, ella se ha ido,
y yo la quise, como ninguno".
Quién sabe cuánto lleva así.
Ya nadie quiere oírlo.

Y al final, amanece y no tiene,
más corazón que el que Dios le quiso poner.
Y alguna historia ilusoria,
de los abrazos que soñó y dejó perder.

Pobre hombre que nunca aprende.
Los demás siempre siguen ahí,
como siempre, como siempre hace la gente.
Pero él insiste, en quedarse dormido.

Un tango como excusa, o mejor,
lo explicaría con un bolero.
Pero la mujer, por la que lo deja todo.
Ella, ya no quiere bailar.

Yo incluso una vez le tendí mi mano.
Le dije: "Levántate, tienes un amigo".
Pero con su mirada azul me respondió.
"Ya no sé ni cómo será mi futuro".

Ya ni su familia, si tuvo, pregunta por él.
Dicen que se perdió en el vació del abandono.
Dicen que su madre lloró por él.
Que se fue, y no la quiso ver.

Y al final, anochece y no tiene,
otro lugar dónde ir más que su soledad.
Y se refugia en ilusiones,
que sólo él sabe que se cumplirán.

Pobre hombre, que nunca quiso aprender.
A estar sólo, a dejar que la vida se lo lleve,
y a adivinar lo que el viento quiera darle.
Pero él insiste, en quedarse en pie.

Un poema para sacar sus penas, o mejor,
un canto para llenar el silencio.
Pero la vida, por la que tanto se preocupa.
Ella, ya lo dejó atrás.

"El día que me quieras.
Ya no sé si te querré"
(a Carlos)

sábado, 26 de noviembre de 2011

La única certeza que tengo

La única certeza que tengo
es que te irás.
Con tus caricias,
tus tardes,
tu repentina tristeza,
tus momentos de alegría.
Tu cara, tus manos.
Tu indiferencia,
tus sentimientos escondidos.

Porque nada de eso fue mío.
Sólo estuve ahí, solo.
Y con tu presencia,
llegaron las puestas de Sol,
las Estrellas y la Luna
con un nuevo color.

¿Ahora qué le diré a ellas?
A nuestras amigas del cielo.
"Ella se me va, no sé
qué será de sus días".

"Ella se me va,
qué quieren que les diga.
Hice cuanto pude
por volar a su lado.
Pero ella decidió
que no podía, que lo
haría sola".

"¿Me equivoqué, acaso,
al dejarla ir?
¿Debí insistir,
aunque el corazón
se doliera?"

¿Qué quieres que les diga,
a nuestras amigas del cielo,
ahora que me tocará verlas
sin tu compañía?

La única certeza que tengo
es que te vas.
El miedo me acorrala
con ideas sin sentido.
Podría intentar alguna treta
pero podría asustarte con ella.

Hallarás a alguien,
joven y bella eres,
y la vida es especialista
en voltear las cosas.

Hallarás a alguien digo,
mejor que yo, tal vez
sólo distinto.
Pero que pueda
lo que a mí se me
tiene prohibido.

Y si juego yo al orgullo,
seré yo quien encuentre alguien,
tal vez mejor, tal vez distinta.
Y tú decidirás volver.
Y tú verás que es tarde.

La única certeza que tengo
es que te me vas.
No me darás señal alguna.
Saber si intento levantar vuelo
o quedarme aquí viendo
cómo te escapas lejos.

Quererte pude,
pero es prohibido dicen,
en esta vida.
Olvidarte acaso,
tal vez no en esta vida.
Tal vez nunca pueda.

martes, 22 de noviembre de 2011

Es el otro

¿Qué sucede cuando
el invierno parece infinito?
No encuentra fuerzas para levantarse,
no sabe dónde hallar reposo.

Cansado.
Pregunta por ti y nada.
Cansado.
Entonces pregunta por él y nada.

Decide olvidar el dolor.
El problema es que entonces no recuerda nada.
Decide amar.
El problema es que no confía en nadie.

Deja atrás al niño.
Hace días que viene así.
Pero llora. No comprende.
Tal vez sólo se odia.

Llegan pesados los días.
Es el otro quien habla cuando está sólo.
¡Cuánto tiempo lleva huyendo!
Porque con la compañía se calla.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cuenta regresiva


Aún llueve aquí, noche tras noche.
Ya ni la Luna quiere mojarse.
La paz y la dicha caminan lentas.
Pero la esperanza, que a todo le da vida,
hace que no pierda las ganas de verlas de nuevo,
como quien ansía recibir los rayos del Sol.



Una extraña paz que se apodera de mi entorno.
Cada día sueño con irme a un lugar silencioso.
Ver las estrellas que no me hablarán de nadie.
Y ojalá el mar, como cuartada, para que su ritmo
llene el silencio cada vez más profundo de mi voz.



Las horas se estiran y bostezan,
largas, como quien no quiere la cosa.
El tiempo se ha vuelto silencioso,
eso sí, ya no grita como antes.


Aquí llueve día y noche.
El cielo se rompe sobre las calles
y no se ve más que gris lejanía.

Grises montañas.
Grises techos.

¿Cuándo terminará esto?

lunes, 14 de noviembre de 2011

No me pidas que sea tu amigo

Las cortinas se corren lentamente,
las estrellas se lucirán pronto.
Yo posiblemente trate de mirarlas,
tal vez me digne, tal vez no.
Ellas tienen más orgullo que yo,
que posiblemente llore al verlas.

Otro poema escrito.
Otra lágrima más.
¿No bastó verme destruido frente a ti?
De tu boca no salió nunca un sentimiento.
La gente, a medida que camina sobre la vida,
espera ver un horizonte.
Yo no vislumbraba nada, pero luchaba por divisar
aunque fuera un trozo de isla. Pasaron los días
y nunca encontré nada, Terminé ahogándome en el mar,
de la duda y de mi propio llanto.

¿Cuántas veces te lloré? Muchas, mujer.
Muchas noches, algunos días.
Me robaste la calma, me jodiste.
Yo que traté de ser el mejor para ti,
tú que resultaste ser muy dañina.

No.
No me pidas que sea tu amigo.
Porque ahora todo tiene un sentido distinto.
La Luna ya no sólo es Luna,
ahora es Luna que me recuerda a ti.
Las Estrellas no sólo serán Estrellas,
serán destellos que también te miran a ti.
La Noche, mi confidente, me traiciona al
recordarme tus secretos.
El Crepúsculo, que antes me acercaba a tu presencia,
es más bien ahora testigo de este fin.

No me pidas que sea tu amigo.
Soy de los que entregan todo
y esperan que todo se reciba.
Pero por dar todo de mí,
también mi corazón tiene profundas heridas.
¡Entiende que compartí todo lo que creí sagrado!
¡Entienda que no sabía que existía alguien así!

No me pida que sea su amigo.
Porque ahora me toca estar bien conmigo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Viejas conocidas

Viejas conocidas, malditas emociones
¡Ya no las quiero! Me miento, sí las quiero querer

La distancia, no me importa.
Lo que me mata es la lejanía de tu corazón.

Nunca me importó no tenerte cerca a diario.
Nunca me importó que te marcharas pronto.

Sólo quería escuchar una frase distinta,
de vez en cuando, diferente del "no puedo" y del "adiós".

Te quiero, así como eres, así como sea.
Pero tú no quieres que yo te quiera.

¿Tendré oportunidad? ¿La gente nos dará tregua?
Porque si es una guerra, siento que quien pierde soy yo.

Nunca me importó esconderme, por las tardes.
Nunca me importó, nunca. Sólo quería darte mi corazón.

domingo, 23 de octubre de 2011

Todo fue natural. Para su desgracia.

De repente este hombre
se embriagó con el aroma
dulce de un perfume
de fresas y café.

Y entre taza y mano,
boca y sorbo,
fue descubriéndose desnudo,
ante la vulnerabilidad de un nuevo amor.

No sólo fue él quien lloró.
No sólo fue él quién sintió.
Pero ¿quién controla tus vicios,
Musa de la vida?

De repente sólo fue humano.
Queriendo sentir lo que en años no sentía.
Todo fue natural.
Todo para su desgracia.

¿Pero qué será de la inexistencia,
si de repente no quiere sufrir?
Este dolor, aunque profundo,
sabe tan dulce como el amanecer.

Su mano que dibujaba una boca,
los labios de ella que pintaban su corazón.
¡Adiós! calor de los cuerpos.
Hola invierno de la reconciliación.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mi gran problema: No tengo la certeza de nada.

Ella me gustó. Creo que yo le gusté alguna vez.
Creo que alguna vez me buscó.
Creo que alguna vez me llamó.
Posiblemente algún día nuestras bocas se encontraron.

¿Por qué, Dios mío, busco sentir esto?
¿Por qué olvidé cómo vivir sin esta sensación?
¿Dónde está mi calma?
¿Por qué los días de soledad son tan difíciles?

Ella ya no está. Creo que decidió irse.
No sé si la asusté. Tal vez pensó que era locura.
Pero de esa locura este loco no se quiso curar.
Y me quedé ahí, enredado entre el remolino de algún amar.

lunes, 17 de octubre de 2011

No simules un olvido

No juegues a que no tienes memoria.
Las cenizas de alguna noche,
aunque cada vez más lejana,
todavía queman cuando estamos cerca.

No simules un olvido.
Porque puede pasar que un día,
gris y frío como estos días,
simplemente se me cansen los brazos.

El hastío llega en cualquier momento,
cuando juegas a ocultarte.
Puede que algún día ya no quiera
jugar y correr a buscarte.

Son las cosas que temo,
que trato de ignorar cuando no estás conmigo.
Porque cuando de verdad quieras querer,
entrégate sin importar lo que vaya a suceder.

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Por qué ella no lo sabe?

¿Por qué ella no lo sabe?
Que en las mañanas despierto soñándola.
Siempre la imagino a mi lado,
siempre imagino sus palabras,
aunque esté distante.

¿Por qué ella no lo sabe?
Que en las noches me ataca la soledad.
Siempre pienso en su cabello,
siempre siento sus abrazos,
busco su calor.

La vida es extraña.
Y en las noches una maldita desgraciada.

¿Por qué ella no lo sabe?
Que lloro, lloro buscándola cuando se acaba el sueño.
Siempre la extraño aunque ni siquiera ella lo haga,
siempre la busco y me ilusiono,
quiero que me quiera.

¿Por qué ella no lo sabe?
Que quiero darle una oportunidad como sea.
Siempre sin importarme lo que suceda luego,
siempre viviendo el momento,
la busco cuanto pueda.


Tal vez sea un idiota.
Por quererla tanto y tan tonto.

lunes, 10 de octubre de 2011

Mi parte insegura

Es extraño sentirse completo y sólo al mismo tiempo.
Extraña también esta vida. Y en las noches una desgraciada.

Es lo que me hace preguntarme
¿A qué le tenés miedo?
¿Soy feo? ¿Soy tonto?
¿Estoy demasiado lejos de vos?

¿Jugás conmigo?
¿Por qué tengo que ocultarme?
¿Por qué hay días que no sé nada de vos?
¿Qué quieres de mí?

Estoy completo. Pero a veces me siento sólo.
Y en las noches no hago más que ilusionarme.

Preguntas, sin sentido algunas.
Pero todas creadas por la misma incertidumbre.
Algún complejo, alguna necesidad de saber.
Pero me cuesta vivir bajo alguna sombra.

sábado, 8 de octubre de 2011

tal vez sólo soy arena

Me acerco, me alejo.
Es la marea.
Es el mar.
O tal vez sólo soy arena.

Al compás de tu luz,
mi Luna buena,
es como ella llega a mí.
Luego se marcha sin decir nada.

Cuando se va, cuando sólo
me queda su aroma, te miro fijamente,
a ver si me dices algo, a ver si me das
pista alguna o fuerza para dejar esta playa.

Me moja los recónditos del corazón.
Me seca las orillas de mi actitud.
"Me paro, cruzo, me paro, cruzo"
Reiría si recordara cómo...

viernes, 7 de octubre de 2011

Nunca te tuve

¿Y si me pierdo en los besos ajenos,
de la gente del mundo?
¿Y si llega la nostalgia por las tardes?
Y llueve ¿Qué hago?

¿Qué hace que quiera buscarte?
¿Qué hace que aguante las ganas de llamarte?

Llega la nostalgia, puntual,
y yo sigo topándome con
los besos de otros.

¿Y si me encierro en la irracionalidad
de mi cabeza?
¿Y si me dejo llevar por lo que dicte la emoción?
Y es de noche ¿Qué hago?

¿Qué hace que te alejes de mí?
¿Qué hace que no pueda retenerte?

Llega el día futuro, como siempre,
y yo continúo perdido,
sin saber nada de vos.

¿Y si te pierdo?
Llega la soledad
¿Qué hace que te extrañe?

miércoles, 5 de octubre de 2011

Te quiero con fe

Te quiero con fe,
porque sé que estás lejos mucho tiempo y que vernos es más bien un plus en tu vida. Pero eso no me hace dudar de tu cariño. Más bien, la distancia me hace recordar lo buena que es la vida contigo, y nuestros encuentros se han convertido en experiencias tan cargadas de provecho para mi alma, que sé que la distancia ayuda a fortalecer mi sentimiento.

Te quiero con paciencia,
porque sé que no es posible descubrir instantáneamente todas las esquinas de tu vida. Debo admitir que me encanta ir tan despacio, así poco a poco vamos revelando el significado en nuestras vidas de la presencia de cada uno.

Te quiero con respeto,
porque cuando se trata de tomar posesión de la vida del otro, desaparece la libertad de existir. Y si esto sucediera, de repente te hallas lleno de sentimientos ajenos al cariño, por tratar de defender los derechos que Dios nos ha dado como personas.

Te quiero por lo que eres,
porque no debo hacerme ideas tuyas, de cosas que no haces o que pienso que deberías de hacer. La mente nos llena de pensamientos irracionales, el corazón de ilusiones. No puedo aferrarme frenéticamente a algún ideal egoísta, porque eres lo que eres y yo no puedo cambiar nada en ti si tú no quieres intentarlo. Más bien, debo aprender de tus debilidades y de tu forma de ser, para llenar mi vida de todo aquello que me hace bien.

Te quiero porque me das felicidad, momentos de dicha. La mejor parte del día es cuando sé de ti, porque me doy cuenta que estás bien y que te interesa saber que te quiero, y me haces saber que me quieres.

No sé cuánto se tarda en construir el cariño, toda la vida posiblemente. No había experimentado esto, soy joven. Pero le pido a Dios que me dé la sabiduría para seguir aprendiendo de ti.

Además, te quiero porque te has ganado un espacio en mi corazón exclusivo, donde no dejo que más de una persona se quede. Te quiero porque no llenas un vació, más bien me enseñas que el vació nunca existió, pero que buscamos excusas para tratar de crearlo y adueñarnos de la vida de alguien.

Comprendo lo que una vez leí: "No te quiero porque te necesito, te necesito porque te quiero".

Y corazón de hombre para amar.

El hombre continúa  aullando al cielo.
La Luna que se resiste.

Este beso supo a aullido desesperado.
Este aullido supo a beso deseado.

Calma, esa era la sensación buscada.
Que si tiene que esperar un siglo,
este lobo tiene instinto para sobrevivir.
Y corazón de hombre para amar.

lunes, 3 de octubre de 2011

Hombre. Lobo. -08 08 08 ZJAS-

Le aullaba a la Luna.
Le aullaba para que saliera.
Para que dejara de menguar.
Para que mostrara su cara albina.

De repente, caminaba rápido.
Corría para estrellarse contra la gente.
Se detiene, los mira, sonríe. Aúlla.
Les dispara con los ojos. Todos muertos.

Prefiere seguir siendo sólo el.
Solos él y la Luna.
Aullaba, aullaba. Moriría.
Por eso quería que su luz lo llevara.

Caminaba despacio, dolorido.
Alguien agonizante lo miró.
Se despedía con leves quejidos.
De cuando en cuando, un aullido.

Suavemente depositaba su cuerpo.
A la espera de algún ritmo nuevo.
Ay su corazón, tambor tenue.
Ay su mirada, perdida en el cielo.

Aúlla. Le aullaba a la Luna.
Le aullaba para que lo llevara.
Para que dejara de ocultarse.
Y le mostrara al mundo su verdadera cara.

domingo, 2 de octubre de 2011

Un sueño que no sé si deba...

Soñé que hacía algo impulsivo, loco.
No es normal en mí, como no ha sido
normal en mí mucho de lo que he hecho,
¡pero cuánto lo he disfrutado!

Te tomaba repentinamente,
te robaba un beso, lo correspondías,
y las miradas de todo el mundo
ante nosotros se hincaban.

Me volvía a los demás
y con gran prepotencia decía:
"Ahora sí tenés, gentes tontas,
bastante qué comentar".

Te miraba a los ojos, te dije:
"Tú decides, quedarte con estos locos,
o huir con este otro demente".
Y tomabas la mano que te ofrecía.

Prófugos, cómplices, los dos,
en mi caso, lo hago por amor.
Pero nuevamente he quedado
con la duda de tu opinión.

sábado, 1 de octubre de 2011

No podemos

No podemos
escondernos en las noches
para hablar de cosas de la vida
aguantando los feroces impulsos.

No podemos
seguir con los vicios
como excusa para encontrar
lo que cada uno extraña.

No podemos
fingir despreocupación
y pensar que nadie sospecha
y tratar de disimular.

Si eso es lo que no
podemos, entonces propongo
dejar libre los impulsos,
mandar las máscaras al carajo.

Si eso es lo que no
podemos, entonces sabes yo
no tengo problemas
para dejar al mundo callado.

No podemos
despertar cada mañana,
dejar un mensaje cortés,
cuando quiero devorar tus labios.

No podemos
mentirnos a nosotros,
ser un espejo de la expectativa
y llorar con cada adiós.

No podemos
ocultarnos más
¿Qué no podemos?
¿Por qué no podemos?

Si eso es lo que no
podemos, entonces dejamos
que el tiempo nos mate,
sustituir el amor por odio.

Si eso es lo que no
podemos, entonces habrá
que decidir si los demás
ganarán, o si lo nuestro se impondrá.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Noches

Ella desde su puerta,
yo desde mi ventana.
Así transcurren estas noches,
entre cielo, humo y cenizas.

Las nubes que se apartan.
¡Sólo faltó una estrella!
Y también la luna viajera.

Un Dios al que le pido por ella,
una brisa que aleja la soledad.
Lejos, un poco, es cierto,
pero sé que en la distancia,
miramos la misma nostalgia.

"Siento como si lo conociera de toda la vida"

jueves, 29 de septiembre de 2011

Entiendo

Ya entiendo eso de no poder tocarte,
ahora entiendo eso de querer dejar de amarte tanto.
Entiendo tanto... tonto... tanto... viejas palabras.
Conocidos sentimientos.

Pasará la tormenta por mí, por mi corazón.
Se disiparán luego las nubes, vendrá el alba.
Tendrás por algún tiempo las llaves
de esa parte del corazón que está cerrada.

No puedo permitirme renunciar a lo que creo.
No puedo dejar de apreciarte como ser humano.
Pero ahora entiendo, conozco esas decisiones,
sé que no es nuestra intención, tal vez nunca cambie.

Pasarán algunos días antes de la serenidad,
pero continúo en las aguas de la vida.
Entiendo eso del amor sin palabras,
ahora entiendo por qué las caricias, luego nada.

Ya entiendo por qué te dolía.
No puedo permitirme que estés así.
Entiendo tanto... viejas emociones.
Pero soy distinto, puedo superarlas.

Extrañaré unos días aquel baile de bocas.
Dejaré de lado la sensibilidad.
No quiero ser tan vulnerable,
y no sé si algún día te decidirás.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Te miro en la forma que tú esperas

No me preguntes, sólo mírame a los ojos.
Entenderás que sólo espero alguna señal.
Dime si de verdad, te gusta igual que a mí,
despertar imaginando nuestros besos.

Soñarte desde mi ventana es algo, pero no suficiente.
Siempre busco excusa alguna para verte.
Si al final no entiendes mi intención,
al menos dime ¿qué puede pasar?

Te miro en la forma que tú esperas.

No soy de los que juegan con las personas.
Déjame conquistarte, yo te dejaré a ti.
Las cosas surgirán naturalmente,
es mi oportunidad de empezar correctamente.

Sabré que esta vez no seré yo solo,
ni solamente tú, más bien juntos,
al unísono de nuestros labios,
compartir la felicidad del momento.

Y me miras en la forma que yo espero.

martes, 27 de septiembre de 2011

Lo que me gusta

Ha iniciado como parte de un proceso de terapia, en el que llevo ya algún tiempo. No me importa compartirlo, tal vez pueda generar algún debate.

Lo que me gusta (lo que "busco" en una pareja):
-Que sea una profesional, ocupada en algo.
-Que sea interesante.
-Que demuestre intelecto (no se me ocurre otra manera de redactarlo).
-Que sepa compartir / debatir sobre algún tema.
-Que respete el criterio del otro.
-Que respete el espacio de cada uno.
-Que posea sensibilidad por el arte que hay en la cotidianidad.
-Que respete mi arte y mi música.
-Que posea estabilidad emocional.
-Que tenga carácter (es terrible estar con alguien que "siempre está de acuerdo", aunque en el fondo sea todo lo contrario).
-Que sea independiente.
-Que sepa demostrarme afecto.
-Que me trate con dulzura (es una bonita manera de decirlo).

Esto es por el momento, posiblemente lo edite luego.

También, tengo que pensar un poco más en qué estoy dispuesto a dar (conmigo se puede deducir perfectamente que lo que aquí pido estoy dispuesto a darlo, soy del criterio que es difícil dar algo que no se tiene).

Saludos.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Sueños e ilusiones 1

La soledad lentamente disuelta entre los dos, el espacio disminuyéndose, la cercanía muy pronta... Luego sentir su cabeza en mi pecho.
Esta noche sí hay señal, hoy sí se puede. Por un rato, olvidarse de cualquier trato extraño entre personas, dejar atrás los miedos.
Besarse.
Y el humo todavía subiendo.
Es sólo la noche, las estrellas, la tenue corriente fría, aquella extraña sensación.
El único requisito: el silencio. La única excusa: el peligro. La única obligación: sentir, darlo todo en ese beso, dejar que las emociones bailen por unos instantes. Sentir.
Hoy conoce mi debilidad, hoy me descubre. Yo me encuentro con ella. Por un instante, conocidos de tanto tiempo.
Se acaba. Vuelve la vida.
Nuevamente, casi desconocidos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

"botar mi fuerza"

Me siento solo, pero en el mundo hay alrededor de siete mil millones de personas.
Me siento triste, pero la vida es hermosa.
No estoy deprimido, sólo distraído. Algunas adversidades no podrán botar mi fuerza.

Hay gente demasiado buena que nutre mi vida. Hay gente demasiado mala que representan la hambruna.
Cualquier dificultad, aunque me haga caer, me hará crecer.

"Y no cedí, ante los regateos que me hicieron oír" (Bruno)

martes, 20 de septiembre de 2011

No es que te necesite a mi lado, es que nunca lo estarás

Posiblemente me gustó
tu risa, tu cabello.
Mirándote a los ojos
suspendí un siglo entero.

Tal vez fueron
tus razonamientos,
tu humor, tu forma de vivir,
saber un poco más de ti.

¿Qué más me gustó?
¿fueron tus besos,
fue tu cuerpo?
¿Pensar que querías más?

Tu inmutable madurez.
Saber que es peligroso
quererte en estos tiempos.
La felicidad por vivir.

Así, poco a poco,
siento que me hundo más en ti.
Y siento que tu vida ya
está planeada sin mí.

Perdóname.
Aunque duela,
no puedo continuar
con esto.

Perdóname.
Aunque llore,
no puedo seguir
fingiendo.


Perdóname.
Tal vez yo
pienso que no
merezco esto.


Perdóname.
Tal vez no me
quieres como
yo te quiero.

lunes, 12 de septiembre de 2011

¿Entonces qué has estado haciendo?

"... y lo mas resbaladizo
es creernos sin memoria..." 

(Soda)


¿Alguna vez te enamoraste de alguien que, tal vez, no debías?
-No
¿Alguna vez quisiste con pasión?
-No
¿Alguna vez construiste algo despacio, naturalmente?
-No


¿Entonces qué has estado haciendo?

domingo, 11 de septiembre de 2011

lo único que quería era quererte

Había una vez un hombre que te hizo reír. A este hombre no le importaba si no tenías mucho tiempo para él, si estabas ocupada con tus cosas, si querías más tiempo para ti misma que para él.
Este hombre disfrutaba tanto los momentos que pasaban juntos, aunque no pudiese demostrarle su cariño, porque en el fondo sabía que por sobre todas las cosas que él pudiera sentir o pensar, existía una gran y maravillosa persona en esa dama.
Había una vez un hombre que, cuando estaban solos, sólo quería hacer vibrar a la mujer con sus palabras, sus caricias, sus besos, entregarle todo, demostrarle todo lo que podía hacer. Este hombre se sentía tan feliz al ver a su compañera llena de dicha, se sentía tan orgulloso de ella al ver sus logros, se apenaba cuando ella estaba triste y procuraba que ella estuviera bien, haciendo lo que estuviera a su alcance.
Había una vez un hombre que no quería dejar de ser él por estar con esta dama. Y le encantaba que ella fuera exactamente como siempre. Sin exigir, sin pedir, sólo vivían ese instante juntos. Sólo quería respetar su libertad.
Había una vez un hombre que le gustaba que la mujer fuera independiente, que estuviera ocupada en lo que le gusta y que a ella le gustara exactamente lo mismo de él. A este hombre no le gustaba presionarla, porque era consciente de su situación, respetaba sus prioridades, conocía sus planes.
Había una vez un hombre cansado de todo lo que le habían dicho y enseñado que era el amor, las relaciones, la vida... sólo estaba seguro que quería dejar que todo siguiera su ritmo natural y aceptar lo que la vida le iba dando.
Había una vez un hombre que lo único que quería era quererte. Así como eres.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Dulce manía

Dulce manía de enamorarme de ti.
No tengo las respuestas a tus preguntas.
De repente me sorprendí observando tus ojos
¿Qué me atrajo? O ¿Qué no lo hizo?

Sólo deseaba tu cercanía,
sólo quería gustarte.
También quería sentir tus besos,
quería sentir tus abrazos.

Dulce manía de despertar con tu imagen,
de desear una noche sin nubes y luna llena,
para decirte al oído que conmigo siempre
habrá algún tiempo para estas cosas.

Sólo deseaba ser el mejor para ti,
sólo quería decírtelo.
También quería que fueras la mejor para mí,
quería sentir tus palabras.

Si no me querés, decime que no

Si no me querés, decime que no.

Uno no puede pensar "el tiempo dirá".
Tampoco "puedo tratar".

Las cosas tienen su ritmo natural,
gustas, enamoras, quieres, amas...

Si no es así, mejor decime que no.
Sería irresponsable de nuestra parte.

Si no me querés, decime que no.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Historia del oficio

Nunca he realizado un escrito de carácter humorístico en este espacio, sin embargo, por recomendación de una muy cercana amiga, escribiré una anécdota.


Una señora en determinado departamento de la Universidad donde estudio solicitó vacaciones durante algunos días de agosto, setiembre, octubre y noviembre. Esta señora, y cualquier otro empleado, cuando pide vacaciones, hace un oficio (cierto formato de carta) y se lo lleva a su superior. En este departamento yo cumplo con mis obligaciones de la beca universitaria, y se cuenta con una jefa.
Ya la jefa había dado el visto bueno y firmado el oficio. Entonces, se realiza otro oficio y se adjunta la solicitud de vacaciones. En fin...
Manuel llega, hace el oficio, adjunta la solicitud, saca copia de recibido, pero no saca copia del adjunto... oh oh... debí sacar copia también de ese.... lo sabía, pero por algún estúpido motivo no lo hice... sabía que algo iba a salir mal, pero simplemente ignoré el presentimiento.
Pues 15 días después, llega la jefa y me dice: "necesito que me ayude a encontrar la solicitud de vacaciones de la doñita esa para tramitar lo que le hacía falta" y Manuel... ups...
Bueno... yo sabía que ese oficio no estaba impreso... porque se adjunta el original y yo no saqué copia... "Hice que buscaba" en el archivo, en la recepción, en los documentos de la jefa... me pusieron a revolcar cada rincón de la oficina...
Ahora, Manuel, aplicando la lógica formal, habría hecho esto, si fuera el jefe:
     - No hay documento, entonces, solicitar documento.
     - Simplemente decirle a la señora que lo imprima de nuevo...


¡Ah, pero no! Quién sabe qué pleito ha tenido la jefa con la otra doña... entonces no se podía hacer eso...
En ese momento, entra la señora, que no había llegado, porque estaba en una reunión en no sé dónde...
Pasé de 8 de la mañana a 12 de la tarde PIDIÉNDOLE A DIOS que apareciera la señora esta... para aplicar mi solución... No importa, le digo que perdí el maldito papel, por sí soy un estudiante asistente, lo peor que me puede pasar es que me cambien de unidad ¡y ya! Pues Dios escuchó mis plegarias...
Aparece la señora esta, yo con hambre, agruras, taquicardia, hiperventilación... porque la jefa es demasiado necia... pasaba encima mío diciéndome: "revise aquí, revise esto, revise lo otro...", "ay Manuel, si eso no aparece la que se arma...". Lo más divertido de todo esto es Manuel salvando su pellejo...¡¡¡haciendo que busca algo que sabe que NO existe!!!
Cuando llega la doñita, yo con toda la pena del mundo le digo: "Ay doña tal, viera qué torta, no ve que perdí el oficio tal y la jefa me lo está pidiendo.... ud me lo puede imprimir" por sí la doñita esa es una señora bastante mayor, de buen corazón. Y listo.... mágicamente tenía en mis manos un oficio nuevo, sellado, firmado...
Le saqué copia, boté el original, nadie se dio cuenta, le doy a la jefa "la copia que estaba buscando".... y Manuel fue feliz para siempre.... cualquier cosa, la copia esa se había ido al fondo del archivo, por eso no aparecía....
Y Manuel pudo ir a almorzar...

08/09/2011


Llegó, porque tenía que llegar.
No sé si se va, si se acaba.
Lo siento y lo quiero brindar.
Sueño con él, lo espero.
No sé si es correspondido.
Sufro porque no sé si deba expresarlo.
¡Y crece cada día más cuando es para ti!

(Idea de una persona especial)

martes, 6 de septiembre de 2011

Sin pena, me gusta más así

Odio la incertidumbre.
¿Quieres, o no quieres querer?

Sería tan genial una señal más clara.
Y que dejaras de calcular el espacio
para dejar caer tus manos alrededor de mí.

¿Sabes lo mismo que yo?
¿O acaso soy un paranoico?
Para mí es una vieja sensación.

Un no sería un viejo conocido.
Y lo contrario, no creo
que yo quiera detenerlo.

Me encantaría que fueras directa.
Sin pena, me gusta más así.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Y nada cambió la patética existencia

Te llenas de orgullo.
Yo de tristeza.
¿Qué nos pasa?

Qué sencillo es perder la confianza,
el respeto también. Tan sencillo.
Se pierde o se gana. Así no más.

Y estás llena de orgullo.
Yo de tristeza.
No quiero estar así

¿Por qué me afecta? ¿Qué me pasa?
¿Será por la falta de lo que
se nos había hecho costumbre?

¿Será por esta patética existencia?
Pero si ya era así antes.
¿Entonces?

Seguro fue por darme cuenta de que es patética.
Y que de alguna manera alguien compartía esa sensación.
Y que se hacía más fácil sobrellevarla.

Te llenas de orgullo.
Yo no quiero esta tristeza.
Sé que tengo humildad.

Reconozco mis fallos.
Me arrepiento, aprendo.
Y dejo atrás lo que fui.

¿Será suficiente?
¿Estás bien?
Porque ya no sé nada de vos.

Me da pena aceptarlo,
te extraño. Extraño
lo que se había hecho costumbre.

Te llenas de orgullo.
Yo sigo con tristeza.
Y nada cambió la patética existencia.

¿Qué hago?
No seguiré así para siempre.
Y no sigas, que te haces daño.

sábado, 27 de agosto de 2011

Otra vez todo lo anterior

Si decides mostrarme amor,
sabes no me asustaré.
Sé lo que haces.
No me negaré a recibirlo.

Si decidieras una oportunidad,
tal vez alguna sonrisa de vez en cuando.
Una mirada cómplice.
Una mano perdida.

Qué interesante sería la vida.
Otra vez nos topamos.
Otra vez todo lo anterior.
Pero nada.

Nada de nuevo.
No tengo más qué pensar.
Ojalá nos veamos de nuevo,
distintos de nuevo.

viernes, 26 de agosto de 2011

Después de ayer

Esta vez,
yo me des enamoro.

Sólo deja la inercia acercarte

No es buen momento para pensar
sólo deja la inercia acercarte.
Tus labios, tu aliento,
tus palabras, tu cuerpo.

Sólo en sueños, despierto.
Eso es lo que me hace pensar
¿por qué a mí?
¿por qué a ti?

¿Por qué yo?
¿Por qué tú?
Me encanta que mi propio cuerpo
me intoxique con tanta pasión.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Y la lluvia seguía, vertical. Yo, abrigado, conmigo mismo. Deseando...

Hoy caía una lluvia muy interesante, plácida, serena, vertical. Sabes, las cosas estaban nostálgicas, pero estaban bien. No me recordaban a nadie, o tal vez sí, pero nadie que no quisiera recordar.
Creo que pensé en otra persona, creo que esperaba sus llamadas, sus mensajes... yo que sé, me pone nervioso. Sin embargo, eso no detuvo la lluvia. Tampoco detuvo la quietud. Ni me detuvo a mi.
Fresco viento, sensación en la piel, abrigo tibio, un café. En esos momentos no necesitaba más. Pensaba en Pedro, el amigo de Jesús, que se fue por el mundo ¿a qué? No lo sé, eso investigo.
Pensaba en la música: "Toda la vida tiene música hoy". No es muy pronto. ¿Para qué? Ya sabes. No lo sé.
Incertidumbre, no te dejaré pasar, no ahora. La lluvia es vertical, lenta, fina, y me moja las ganas de llorar... mejor el frío, que puedo abrigarme, no así sofocarme en el miedo.
Pensé otra vez.
"Toda la vida tiene música hoy
y cada tonta cosa es música 
del sol de la tarde"
Dios mío. Cada tontería tiene música. No me apena tanto... ¿romanticismo por la vida? No me interesa.
Pensaba. Llegué hasta ella, no lo pude evitar... no quería. Soñé. Ilusioné. Casi que besé. Pero no, ya sabés cómo son estas cosas, aunque ficticia, que dure toda la eternidad... toda la eternidad de una gota de lluvia. Vertical.
Cuánto deseaba un mensaje. "se canceló la salida de mañana". Yo que sé. Lo que fuera.
"y tu respuesta tiene música
del sol... aunque calles"

Y la lluvia seguía, vertical. Yo, abrigado, conmigo mismo. Deseando...




(Tiene partes de la canción "Toda la vida tiene música hoy" de Spinetta)

Lo que odio

Odio que nombren a una mujer "hembra".
Odio que nombren a una mujer "cabra".
En realidad, odio toda relación hecha entre mujer - animal.

Odio estar así.
Odio no poder hablar algunas cosas.
En realidad, odio limitarme por el miedo y la inseguridad.

Odio el sentimentalismo.
Odio la expresión subjetiva del entorno.
En realidad, lo que odio es que nadie capte mis subjetividades.

Odio la gente que denigra el arte.
Odio quienes adoran la técnica.
En realidad, odio la falta de sensibilidad del racionalista.

Odio que el cigarro sea tan malo.
Odio que la bebida me enferme.
En realidad, odio que todo lo que me evade sea tan dañino.

martes, 23 de agosto de 2011

Quiero oír tu voz

Quiero que me llames.
Sabes, sueño todo el día
que miro el teléfono y eres tú.
Que mi última llamada fue tuya.

Quiero un mensaje tuyo.
Leer tus palabras, saber de ti.
Dame alguna señal de vida,
dame un rastro de cariño.

Quiero oír tu voz.
Una señal, para saber
que no soy el único en este estado,
que, al menos, pensaste un segundo en mí.

Quiero oírte decir: hola.
O cualquier otra cosa, no importa.
Entiende, necesito suplir esta deficiencia,
que me hace perderme a cada instante.

Lo que más quiero, por encima de todo,
es no seguir así, que me mata.
No quiero este efecto, no más,
sólo quiero saber si existe alguna posibilidad.

Sé que extrañas a alguien a tu lado.
Sé parte de lo que pides,
sé parte de lo que necesitas.
Sé bien lo que nos asemeja.

Pienso que tengo mucho de eso,
pienso que te puedo dar más.
Pienso que puedo vivir con tu continua ausencia,
pienso que puedes vivir con mi lejanía.

¿Piensas? ¿Pienso?
¿Nostalgio? ¿Nostalgias?
Qué será de mí, Dios mío.
Siempre igual, siempre perdido.

lunes, 22 de agosto de 2011

Mujer de vudú Parte 2

Qué delicia, mujer, delicia.
Éxtasis puro, que no se detiene.
Mujer qué maldad la tuya.
Si no me detengo es por algo.

Deseo, simplemente deseo,
apenas desapareces, no hace más que crecer.
No tienes respuestas a mis plegarias.
Mujer qué maldad la tuya.

Pero qué delicia, mujer,
no te detengas, no, sigue así.
No me importa el perdón de nadie,
ni lo que sea de mi vida.

Qué delicia, sigue siendo tan malvada,
tan maldita, tan dañina.
Si fueras veneno, dos barriles bebería,
Qué delicia, mujer, delicia.

Mujer de vudú Parte 1

Oh mujer qué mala eres.
Mujer de vudú
Mujer de días agrestes.
Mujer del campo perdido.

Qué triste esta brisa helada,
espero que sólo borre tu mirada.
Mujer malvada, qué mala eres.
Mujer de mil rostros, de mil cambios.

Mujer que acaba con mis ritmos
Desearía ser otro, para hacerte ver.
Mujer más inteligente que yo
Malvada, maligna, cáncer emocional.


Oh mujer qué mala eres.
Mujer de vudú
Mujer de días agrestes.
Mujer del campo perdido.

Me haces pensar con ira.
No puedo con esto, eres demasiado
Yo un simple hombre, tal vez más simple aún
Mujer que engaña y atrapa.

Mujer como viuda negra,
me devoras, me consumes.
Mujer superior, por encima de mí
Mujer, quién seré.

¡Qué día más curioso!

Acepto que inició con mucho escepticismo de mi parte, puesto que mis experiencias con autoridades religiosas no han sido muy motivadoras. Sin embargo, esta vez fue distinto.
Tal vez impulsado por mis circunstancias, tal vez por mi hermano, no lo sé. Lo cierto es que me hizo bien estar listo temprano y, sin pensarlo, ya estaba iniciando el oficio.
"Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo" (Isaías 22, 19-23)
Dejé de pensar. Así es. Dentro de la iglesia hubo un momento en el que me enfoqué realmente en lo que sucedía  frente a mí, ya fuera la lectora o el cura hablando, yo prestaba atención.
"Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos". Acto seguido, los cantos. Felizmente los entoné (que he mejorado mucho en eso), al menos lo que sabía de ellos. También recuerdo una mariposa, posándose sobre la gente sin que se dieran cuenta. Y un perro, que disfrutaba de la celebración como muchos de los presentes.
No estoy dormido. Tan sólo me distraigo.
Me dedico a transcribir la segunda lectura (Romanos 11, 33-36):
"¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén".
Realmente me cuesta creer la posición de unos cuántos amigos ateos, que dicen que la Biblia la escribió gente que se drogaba. Tengo amigos que se drogan, y no se dedican a escribir cosas tan magníficas. Es decir, ni siquiera pueden escribir.
"¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre? Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". (Mateo 16, 13-20)
Mateo menciona "el Hijo de Dios vivo", a diferencia de los otros apóstoles. Esto le da una significancia especial a este pasaje de su libro, que fue el Evangelio de hoy. Menciona también "o uno de los profetas", porque la gente esperaba a un ejército, no al hijo de un carpintero. Por eso decían que Jesús era un profeta más.
Cuando me atendió el padre, sé que me costó hablar, que temí y que desconfié de mí mismo.
"¿Te quieres confesar? Sí padre".
El asunto es que necesito hallar esas cosas que no me he perdonado, o que tal vez sí, pero que no olvido. Perdonar no es necesariamente olvidar, pero lo olvidado se perdona. Esa es mi ley.
Hablé un poco de mi situación previa a la Universidad, era tan sólo un joven, no sabía mucho. Además, uno es demasiado necio para ver y aceptar, eso nadie lo negará. Si en ese momento hubiese recibido consejo alguno de mi madre, posiblemente hubiese hecho mala cara. El asunto es que lo que viví ciertamente no fue sencillo, experimenté situaciones que nadie esperaría de alguien de menos de dieciocho, incluso que nadie quiere en sus vidas en ningún momento.
Soy un ser racional, me gusta explotar esa característica. Sin embargo, lo que me pasó fue completamente irracional, obedecía a algún impulso, a mis inseguridades y a mi falta de estima propia. A fin de cuentas, me abandonaron, quedé solo. Típica dependencia. Tardé un mes en olvidarle, tal vez dos. Tardé cinco meses en perdonarme todo lo que hice en contra mía. Y todo un año en encontrar a Dios.
Más recientemente, me di cuenta que no podía continuar con el esquema de vida que creí conveniente para mí, porque no soy lo que pretendía ser en algún momento. Dije e hice cosas que no debí, pero al menos me queda la enseñanza, no quiero repetirlas más. Las circunstancias en las que desperté una buena mañana, sumado al ambiente de mi relación, me hizo recapacitar. Las cosas no pueden continuar así.
Pues, entonces, me di cuenta que es probable que no esté en los planes de Dios esta relación. En especial, porque estoy tranquilo, mi corazón ha encontrado serenidad. Me sentía mal por esto, pero ahora lo veo más claro.
Me dice el padre: "Las razones de la mente no son las del corazón. Y las razones del corazón, no las entiende la mente".
"Pídele a Dios que te enseñe el camino hacia lo que buscas, deja en sus manos la claridad que necesitas para encontrar a quien de verdad deba ser tu pareja".
"Humanos como vos quieren meter a Dios en sus mentes, en su razón. Pero si esto sucediera, te creerías Dios. Pensarías como Dios, o pensarías que eres Dios. Más bien, entra en la razón de Dios".
Entrar en la mente de Dios, en su razón. Que mi vida sea parte de sus pensamientos. Entonces me imagino dentro de su cabeza.
"Dios siempre piensa en nosotros, y nos ama a todos, siempre, a pesar de todo lo que nos pase o lo que hagamos. Es cuestión nuestra si queremos recibir su amor".
"La libertad está en la verdad. Y la verdad está en tu corazón. Las razones que dé tu corazón no las entenderá tu mente. Pero tu mente te condiciona".
"Si yo tengo un amigo, y le digo: No hables con tal persona por esto y lo otro, y me hizo este mal. Pues entonces, ya no habrá libertad, le arrebato a mi amigo la libre elección de su vida. Y si no hay libertad ¿cómo cree que haya amistad?".
Libertad. Es por esto que no debemos controlar a los demás, si obedeciéramos a este impulso mental, le quitaríamos la libertad a los demás. También restringimos la verdad de Dios.
Desearía recordar más, pero no puedo. Además, esto se está haciendo largo. Me encomendó el cura leer el Salmo 1:
"... si no que pone su amor en la ley* del Señor y en ella medita noche y día".

¡Que Dios manifieste su poder en sus vidas!
¡Que les dé la capacidad para tener libertad!
Bendiciones.

* Ley: del hebreo "torá", significa instrucción o enseñanza, muy utilizada en los primeros cinco libros de la Biblia, que se usa como palabra viva de Dios, que manifiesta su voluntad a los humanos y los conduce por el camino del bien y de la vida.

domingo, 21 de agosto de 2011

¿Puedo llamarlo así?

Nuevamente, este espacio regresa a sus andadas de diario, creo, ¿puedo llamarlo así?*

A veces pienso que mi "mejor don" es también el peor. Simplemente quiero descansar mi cabeza, dejar de pensar tanto.
Justo ahora, sé que no estoy bien. Hace unos días, unos meses, las cosas eran distintas. Sé que estaba seguro de lo que quería, sé que estaba viviendo mi propio sueño, "Sueño Americano" -aunque detesto usar esa frase, pero es producto de la programación televisiva de hoy-.
Bien, por querer encontrar la orilla segura, el fin de todo esto, lo que se supone que soy, he caído en una profunda nada. El conjunto vació... eso creí, pero en este instante me doy cuenta que sí existe un elemento, la confusión por querer saber qué carajos me pasa y qué carajos hay de malo. ¿Qué carajos me pasa? ¿Qué hay de malo conmigo? (Entiéndase que no he estado así antes, que yo recuerde).
No es nadie, soy yo. Nadie produjo esto, sólo yo. Yo y mi necedad, de esa manera puedo describirla, necedad. Maldita sea.
Afortunadamente he encontrado a alguien con quién compartir ciertas similitudes de esta vida extraña: Ver televisión tarde porque no tengo sueño, reírme de lo patéticos que son los programas, estar sólo, yo y mi cabeza, pensando en lo estúpidos que son los personajes (y a veces los actores, como todo humano creo), viendo la decadencia humana personificada por decadentes humanos. De repente me sorprendo pensando lo mismo que va a decir el artista... De repente no soy nada. Sólo un humano solitario viendo programas patéticos y riendo de lo malo que son... Como cualquier otro.
¿Qué me consuela? Saber que no soy único, que hay alguien más viendo televisión mala. Y que puedo descargar todo esto aquí. Esto último suena bien cliché, pero la verdad funciona bastante. Al menos desocupo la memoria temporal de mi cabeza, para guardar nuevos estados intermedios de mis pensamientos.
¿Qué sucedería si no pudiera escribir? Buscaría alguna otra manera de descargar. Grabarme o algo por el estilo. Pero esto se escapa de esta historia.
Busco a Dios. Sí, lo busco. Y lo encuentro. Sé que hace unos años no habría dicho esto, lo sé muy bien, incluso deseo no recordarlo tan vivamente, pero es de esas cosas que no me dejan. Busco a Dios, como decía, y lo encuentro. Sin embargo, no me alejo de esas "malas compañías" que no lo buscan o no lo encuentran, porque con ellas siento que me acerco más a él, al encontrar las respuestas que ellos no ven, o no quieren ver. Además, no se lo tomen a mal, es difícil encontrar alguien con una mente tan impaciente y que crea en Dios. A veces me cuesta hablar con las personas muy convencidas, porque no le aportan nada concreto a mi vida. Suena terriblemente egocéntrico y prepotente, pero así me ha sucedido. Le pido a Dios encontrar a alguien que de verdad me encauce y que sea interesante, o al menos, le pido que cambie mi forma de ser. Y no hablo de una pareja, en estos días me di cuenta que las cosas no son únicamente así y que quien me quiera debe soportarme. Eso no es justo, en lo absoluto.
De repente soy bueno, pero tampoco quiero ser tan bueno. No soy malo, pero tampoco quiero ser no malo todo el tiempo. Es difícil ¿Soy bipolar? Bueno, tengo un amigo que lo es, no estaría solo.
¿Hace cuánto el miedo a la soledad se volvió importante? Recuerdo que la última vez que me encontraba cómodo en la soledad, decidí romperla. Y nuevamente estoy tratando de acomodarme a ella, porque ella no se acomoda a uno, eso es una estupidez, ella existe siempre ahí. No es celosa, no se resiente, no te busca. Sólo espera que la recibas. Es una excelente persona ¿La personifico? Puede ser, pero no, si la soledad fuera persona, sería una maldita perra. Y no lo es.
Por lo demás, estoy bien. Gracias a Dios mi vida ha estado muy bien, las cosas han salido estupendas y me siento muy feliz de conocer gente, de todo tipo, incluso gente muy lista (más que yo, por supuesto), gente con la que puedo hablar con toda confianza porque me entienden.
Estaré muy bien. Lo sé.

Dios nos ama, aunque no queramos aceptarlo.
Que Él nos llene de sus bendiciones.

*Siempre ha sido un diario, pero con distintas formas.

domingo, 14 de agosto de 2011

Perdón

¿Por qué perdonas?

Por que sé que lo que tuve, tengo y tendré, valió la pena.

No es perfección

Ven alma perdonada
sujeta a tu vida.
Amarrada por el viento, por el sol,
por el agua fresca, por las bendiciones del mundo.

Ven alma inmaculada,
contagiada de la la risa, del gozo,
llena de cantos dulces de mujer,
animada por el mundo y por al amor que hay en todo.

Ven querida compañera,
presa del dominio de la bondad,
querida amiga mía que no conoce odio alguno,
templo de paciencia y de perdón.

Ven aquí, junto a mí hay espacio.
Déjame sentirme cómodo por una vez,
con toda mi miseria y desgracia,
ven junto a mí, yo sé lo que hago muy bien.

Por una vez, déjame...

Que estaré en frente tuyo, riendo como loco,
que poco me falta para la locura.
Porque sé que hay una cosa que no tienes,
sé que te falta y lloras y mueres por eso.

¡La delicia! ¡Sí, la delicia!
¡La delicia de la desgracia!
¡El sabor de hacer mal, mal y mal,!
¡El sabor de que te hagan mal!
¡El sabor de ver el mal!
De oler el mal, ¡Dios mío, su aroma!
¡Las ganas del mal, la pasión del mal!
Llámalo como quieras
Pero de vez en cuando sé
que quieres desgraciarte en esta vida,
como cualquier humano hace.
Como todos nosotros, ¡estúpidos y simples mortales!

miércoles, 27 de julio de 2011

¿Será importante esta última pregunta?

Dime nena, ¿acaso hay algo en mí que detestes?
¿Quién soy yo entonces, lo que debo ser, lo que puedo ser o lo que puedo cambiar?
Y si llevo tiempo tratando de dejar de ser alguien...
¿Por dónde debo empezar mi cambio?

¿Cómo me siento?
¿Será importante esta última pregunta?
¿Sabes algo más de mí además de lo que has pensado que soy o que hago?
De nuevo mujer, ¿quién soy?

¿Es eso todo lo que tienes por decir?

sábado, 16 de julio de 2011

Los ojos

Tus ojos son las puertas a nuestro cielo,
donde Dios me da la gloria de tu amor.

Tus ojos me deleitan cada vez
que reflejan mi sonrisa enamorada.

Podría pasarme toda la vida contemplando tus ojos,
morir en ese instante, feliz, loco de amor.

Tus ojos me inspiran tanta confianza,
así como me hablan de la pureza de tu ser.

Tus ojos se llevan cualquier duda,
porque tu mirada puede decir más que cualquier palabra.

Sé que es cierto todo el amor que me profesas,
porque al mirar tus ojos también sé que lo dices con el alma.

viernes, 1 de julio de 2011

Mensaje corto

Casi he olvidado todos estos pequeños detalles, tal vez por estar tan enredado en este mundo.
El sonido de las teclas me hace recordar tantas noches en vela, a la espera de encontrar algún resultado satisfactorio entre fórmulas de estadística, códigos de consultas y páginas de páginas sobre algún servicio escondido entre un lenguaje desconocido para mucha gente.
Gracias a todos los amigos que se dedican a publicar música no tan moderna, que me hace recobrar la sensibilidad, me arrancan la máquina que se me clavó en los ojos por tanto teclear y mirar páginas web.
Espero volver pronto por estos campos de inspiración.

domingo, 1 de mayo de 2011

Archivo adjunto

Cuando tuve lo oportunidad de escribir algún verso triste, no lo hice.
Tal vez por miedo a mí, miedo a la tristeza, miedo a encontrarme de nuevo en el agujero oscuro de la desesperación, de la noche, del llanto sin cesar.
Ahora quiero desahogarme, por la pena que siento por mí, por lo que una vez sufrí y callé, por todo lo que no grité y que debía decir. Por todo aquello que me hicieron...
¿Cuánto tiempo sin calor, cuánto sin abrigo? Incluso llegué a pensar "¡éste es mi fin, mi hora!", me abandoné a la vida, que el viento hiciera lo que quisiera conmigo: estaba cansado de luchar.
Ahora tengo la luz, tengo la vida. Me ha sido devuelta la capacidad de amar. Estoy lleno de felicidad, de buenos momentos.
Y es ahora cuando pienso en la pobre moral, que así se le llama, en mi pobre dignidad. En todo lo que dejé por complacer un capricho ajeno. Y sé que no luché cuando debía.
Ahora soy otro, muy distinto al ayer. Soy nuevo, tengo la gracia de vivir por delante. Tengo el arte de mi lado, al amor acompañándome.

viernes, 29 de abril de 2011

Cuántas veces como hoy caigo

Cuántas veces como hoy fallo
me fallo a mí mismo
le fallo a los demás
a todo mundo

Cuántas veces como hoy
las canciones que más odio
y las que alguna vez canté
se tornan en contra mía, porque soy yo quien falló

Cuántas veces como hoy, cansado,
muerto, sin ganas de seguir,
quiero rendirme y no puedo
quiero abandonarme al mundo y no puedo

Cuántas veces como hoy me he sentido así
¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez?
¿Cuanto más se vive más se aprende
o es que cuanto más veo menos entiendo?

Cuántas veces como hoy quiero ser otro
arrancarme la piel que me ha dado la vida
Comenzar desde cero, con otra cara
y ser lo mejor que pueda ser.

Cuántas veces como hoy no comprendo,
no entiendo nada, pero igual termino cansado,
maltratado, molesto conmigo y con el mundo,
Con ganas de correr, o mejor de dormir.

Cuántas veces como hoy ocurren estas cosas
¿Cuándo creí que estaba exento?
¿Cuándo creí que nunca volvería jamás?
Cuántas veces como hoy me siento muerto.

jueves, 28 de abril de 2011

Me gusta

Me gusta enamorarme
Me gusta perderme
Me gusta entregarme
Me gusta la tarde
Me gusta la soledad del campo
Me gusta las sonrisas
Me gusta la charla entre amigos
Me gusta la música
Me gusta la poesía
Me gusta el arte
Me gusta la vida si tiene arte
Me gusta la inspiración
Me gusta la fe
Me gusta pensar
Me gusta sentir
Me gusta identificarme
Me gusta luchar
Me gusta caminar
Me gusta el trabajo con pasión
Me gusta el deber con fundamento
Me gusta el bien
Me gusta ayudar
Me gusta amar

Y me gusta la intensidad con que se puede hacer todo esto.

Tweet 2

Por lo menos, él pudo decir recuérdame.
Yo no tuve derecho a eso.

miércoles, 27 de abril de 2011

Tweet 1

Nunca pedí que me recordaran cuando me despedí.
Tal vez la manía de pasar desapercibido.
Yo que sé.
Pero pueden seguir con la costumbre.

domingo, 3 de abril de 2011

Intradiegético

Otra vez sol
otra vez aire
otra vez nubes
otra vez lluvia

Bien
Bien

Otra vez música
otra vez estrellas
otra vez compañía
otra vez pasión

Bien
Bien

Otra vez de día
otra vez la luz
otra vez el río
otra vez el color

Bien
Bien

Otra vez la prosa
otra vez el verso
otra vez la tinta
otra vez el calor

Bien
Bien

miércoles, 30 de marzo de 2011

Quién (en sueños e ilusiones - retrospectiva)

Cansado vi que te escapabas de mí.
Nunca quise aceptar lo inevitable
que, como vendavales oscuros,
venían por mí de noche.

Pero yo siempre los aparté de mí,
pensando tal vez en algún asomo de tu boca,
algún roce de labios, algún contacto
de manos, de cuerpos, de calor.

Ya no sabía, ni hoy lo sé, si
eran de verdad pensamientos,
sueños o ideas mías.

Triste, débil, cansado,
¿cuál era la escapatoria
si tu felicidad me daba fuerzas?

No podía huir, bien lo sabías, porque
mi poder era tan escaso como mi
capacidad para decirte no, para rechazarte,
para correr lejos de ese veneno.

Lo que una vez creí amor
era ahora un monstruo.
Si tú eras egoísta conmigo
¡Cuánto más lo fui yo!

Sin querer aceptar
las lágrimas de mi agonía.
No soy yo quien te deja.
Eres tú quien dice adiós.

martes, 1 de febrero de 2011

Monotonía es sin ti

Qué fría la noche. Pero peor aún ignorar las estrellas y la Luna, y mucho peor aún no sentir la soledad ni el viento helado... Y no extrañar tus manos.
Qué sola la casa. Pero peor aún no saber escuchar la quietud que ella alberga, y mucho peor aún no imaginarte en cada espacio ni tener fantasías a tu lado... Y no extrañar tu presencia.
Qué aburrido el estudio. Pero peor aún no tener dónde ir después de la clase, y mucho peor aún no tener la dicha de la superación y el orgullo ajeno... Y no saber de ti.
Qué cansada la música. Pero peor aún no compartirla contigo, y mucho peor que no la escuches y me alabes aunque no te guste... Y no recibir palabra alguna de ti.
Qué estúpido puedo ser. Pero peor aún si no estás para ver mi estupidez, y mucho peor aún que no me confortes y me entiendas... Y no tenerte cerca.

En este silencio te extraño tanto, en esta vida que me dio tanto desengaño, me hicieron tanto daño, sufrí tanta rabia que no pude más, me entregué para que sólo me exigieran, di todo lo que pude, lo que tuve, sacrifiqué tanto... y sólo me quedó el silencio.

Y sólo tú puedes romperlo. Llegas tú y todo es música, todo es vida, todo tiene sentido y aún creo en Dios y en la Tierra y en la Vida... Puedo ser nuevo, puedo vivir de nuevo, puedo comenzar otra vez, nada ha pasado, porque para y por ti vuelvo a nacer.

Qué extraña es la vida. Pero peor aún no entenderla, y mucho peor aún no vivirla... Y vivirla sin ti.

viernes, 21 de enero de 2011

Por tres.

Lágrimas...
Lágrimas...
Lágrimas...
Y una boca que no alcanza a decir...

Sabes, démonos adiós.

Palabras...
Palabras...
Palabras...
Y una mano que no alcanza a decir...

Sabes, digámonos gracias.

Podrías intentar,
escapar de ti,
escapar de mi.
De tu fijación.

Manos...
Manos...
Manos...
Y un cuerpo que no alcanza a decir...

Sabes, tratemos separarnos.

Cuerpos...
Cuerpos...
Cuerpos...
Y unos ojos que no alcanzan a decir...

Sabes, debemos dejar.

Podría intentar,
escapar de mi,
escapar de ti.
De mi fijación.

¡Gracias!
¡Adiós!
¡Sepárate!
Deja de llorar.

Des. Playa.

Ondas de extrema marea
dónde me quedaré a sufrir
la insolación por falta de tu calor
Y extrañarte hasta morir.

Inusual corriente verde
dime qué secretos traes a mí
si entre tejados imagino tu olor
Cuánto lamento estar aquí.

Mujer hecha de arena
La brisa me alejó de ti,
y me confundió con el veneno,
de mezcla y olor gris.

No quiero esperar un año más
para revolcarme en tu luna.
Y que el agua saque de mí
la humanidad que me abruma.

Playa de ámbar.
No se termina mi ilusión
ni el dolor que cobra
mi terco capricho sin color.

Cuándo podré escuchar
el eco rojo de coral.
Para quemar toda duda y abrojo
Y sentir la soledad de tu corredor.

martes, 18 de enero de 2011

¡Espera la luz!

Espera, el vacío nos llama
no hay otro lugar aquí cerca.
Podemos nadar en él
y ser diferentes, a cada instante.

La bestia voraz nos consume,
quiere que caigamos en su juego,
pero yo sé que podemos congelar el tiempo
y romper la contaminación cerebral.

Cada vez que te oigo gritar,
se forma un agujero neuronal,
me aleja de ti, no veo tus manos,
por más que...

Espera, el tiempo nos consume,
no hay otro lugar aquí cerca.
Podemos caer en él
y ser iguales a cada instante.

La bestia voraz nos llama,
quiere que nademos en su juego,
pero yo sé que podemos congelar el vacío
y romper la eternidad neuronal.

Cada vez que te oigo gritar,
se forma un agujero cerebral,
me aleja de ti, no veo tus manos,
por más que...

"Elige! Elige! egilE! egilE!"
Te grito desde atrás y no escuchas mis palabras.
"Ten cuidado, con el Mago que habla sin...
Con el Mago... con el Mago... con el mago... el sabio... el sabio..."

... quiera.