Buscar en este blog

domingo, 11 de septiembre de 2011

lo único que quería era quererte

Había una vez un hombre que te hizo reír. A este hombre no le importaba si no tenías mucho tiempo para él, si estabas ocupada con tus cosas, si querías más tiempo para ti misma que para él.
Este hombre disfrutaba tanto los momentos que pasaban juntos, aunque no pudiese demostrarle su cariño, porque en el fondo sabía que por sobre todas las cosas que él pudiera sentir o pensar, existía una gran y maravillosa persona en esa dama.
Había una vez un hombre que, cuando estaban solos, sólo quería hacer vibrar a la mujer con sus palabras, sus caricias, sus besos, entregarle todo, demostrarle todo lo que podía hacer. Este hombre se sentía tan feliz al ver a su compañera llena de dicha, se sentía tan orgulloso de ella al ver sus logros, se apenaba cuando ella estaba triste y procuraba que ella estuviera bien, haciendo lo que estuviera a su alcance.
Había una vez un hombre que no quería dejar de ser él por estar con esta dama. Y le encantaba que ella fuera exactamente como siempre. Sin exigir, sin pedir, sólo vivían ese instante juntos. Sólo quería respetar su libertad.
Había una vez un hombre que le gustaba que la mujer fuera independiente, que estuviera ocupada en lo que le gusta y que a ella le gustara exactamente lo mismo de él. A este hombre no le gustaba presionarla, porque era consciente de su situación, respetaba sus prioridades, conocía sus planes.
Había una vez un hombre cansado de todo lo que le habían dicho y enseñado que era el amor, las relaciones, la vida... sólo estaba seguro que quería dejar que todo siguiera su ritmo natural y aceptar lo que la vida le iba dando.
Había una vez un hombre que lo único que quería era quererte. Así como eres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Los comentarios son bienvenidos! Pero, por favor, sigue las normas de urbanidad.