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domingo, 23 de octubre de 2011

Todo fue natural. Para su desgracia.

De repente este hombre
se embriagó con el aroma
dulce de un perfume
de fresas y café.

Y entre taza y mano,
boca y sorbo,
fue descubriéndose desnudo,
ante la vulnerabilidad de un nuevo amor.

No sólo fue él quien lloró.
No sólo fue él quién sintió.
Pero ¿quién controla tus vicios,
Musa de la vida?

De repente sólo fue humano.
Queriendo sentir lo que en años no sentía.
Todo fue natural.
Todo para su desgracia.

¿Pero qué será de la inexistencia,
si de repente no quiere sufrir?
Este dolor, aunque profundo,
sabe tan dulce como el amanecer.

Su mano que dibujaba una boca,
los labios de ella que pintaban su corazón.
¡Adiós! calor de los cuerpos.
Hola invierno de la reconciliación.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mi gran problema: No tengo la certeza de nada.

Ella me gustó. Creo que yo le gusté alguna vez.
Creo que alguna vez me buscó.
Creo que alguna vez me llamó.
Posiblemente algún día nuestras bocas se encontraron.

¿Por qué, Dios mío, busco sentir esto?
¿Por qué olvidé cómo vivir sin esta sensación?
¿Dónde está mi calma?
¿Por qué los días de soledad son tan difíciles?

Ella ya no está. Creo que decidió irse.
No sé si la asusté. Tal vez pensó que era locura.
Pero de esa locura este loco no se quiso curar.
Y me quedé ahí, enredado entre el remolino de algún amar.

lunes, 17 de octubre de 2011

No simules un olvido

No juegues a que no tienes memoria.
Las cenizas de alguna noche,
aunque cada vez más lejana,
todavía queman cuando estamos cerca.

No simules un olvido.
Porque puede pasar que un día,
gris y frío como estos días,
simplemente se me cansen los brazos.

El hastío llega en cualquier momento,
cuando juegas a ocultarte.
Puede que algún día ya no quiera
jugar y correr a buscarte.

Son las cosas que temo,
que trato de ignorar cuando no estás conmigo.
Porque cuando de verdad quieras querer,
entrégate sin importar lo que vaya a suceder.

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Por qué ella no lo sabe?

¿Por qué ella no lo sabe?
Que en las mañanas despierto soñándola.
Siempre la imagino a mi lado,
siempre imagino sus palabras,
aunque esté distante.

¿Por qué ella no lo sabe?
Que en las noches me ataca la soledad.
Siempre pienso en su cabello,
siempre siento sus abrazos,
busco su calor.

La vida es extraña.
Y en las noches una maldita desgraciada.

¿Por qué ella no lo sabe?
Que lloro, lloro buscándola cuando se acaba el sueño.
Siempre la extraño aunque ni siquiera ella lo haga,
siempre la busco y me ilusiono,
quiero que me quiera.

¿Por qué ella no lo sabe?
Que quiero darle una oportunidad como sea.
Siempre sin importarme lo que suceda luego,
siempre viviendo el momento,
la busco cuanto pueda.


Tal vez sea un idiota.
Por quererla tanto y tan tonto.

lunes, 10 de octubre de 2011

Mi parte insegura

Es extraño sentirse completo y sólo al mismo tiempo.
Extraña también esta vida. Y en las noches una desgraciada.

Es lo que me hace preguntarme
¿A qué le tenés miedo?
¿Soy feo? ¿Soy tonto?
¿Estoy demasiado lejos de vos?

¿Jugás conmigo?
¿Por qué tengo que ocultarme?
¿Por qué hay días que no sé nada de vos?
¿Qué quieres de mí?

Estoy completo. Pero a veces me siento sólo.
Y en las noches no hago más que ilusionarme.

Preguntas, sin sentido algunas.
Pero todas creadas por la misma incertidumbre.
Algún complejo, alguna necesidad de saber.
Pero me cuesta vivir bajo alguna sombra.

sábado, 8 de octubre de 2011

tal vez sólo soy arena

Me acerco, me alejo.
Es la marea.
Es el mar.
O tal vez sólo soy arena.

Al compás de tu luz,
mi Luna buena,
es como ella llega a mí.
Luego se marcha sin decir nada.

Cuando se va, cuando sólo
me queda su aroma, te miro fijamente,
a ver si me dices algo, a ver si me das
pista alguna o fuerza para dejar esta playa.

Me moja los recónditos del corazón.
Me seca las orillas de mi actitud.
"Me paro, cruzo, me paro, cruzo"
Reiría si recordara cómo...

viernes, 7 de octubre de 2011

Nunca te tuve

¿Y si me pierdo en los besos ajenos,
de la gente del mundo?
¿Y si llega la nostalgia por las tardes?
Y llueve ¿Qué hago?

¿Qué hace que quiera buscarte?
¿Qué hace que aguante las ganas de llamarte?

Llega la nostalgia, puntual,
y yo sigo topándome con
los besos de otros.

¿Y si me encierro en la irracionalidad
de mi cabeza?
¿Y si me dejo llevar por lo que dicte la emoción?
Y es de noche ¿Qué hago?

¿Qué hace que te alejes de mí?
¿Qué hace que no pueda retenerte?

Llega el día futuro, como siempre,
y yo continúo perdido,
sin saber nada de vos.

¿Y si te pierdo?
Llega la soledad
¿Qué hace que te extrañe?

miércoles, 5 de octubre de 2011

Te quiero con fe

Te quiero con fe,
porque sé que estás lejos mucho tiempo y que vernos es más bien un plus en tu vida. Pero eso no me hace dudar de tu cariño. Más bien, la distancia me hace recordar lo buena que es la vida contigo, y nuestros encuentros se han convertido en experiencias tan cargadas de provecho para mi alma, que sé que la distancia ayuda a fortalecer mi sentimiento.

Te quiero con paciencia,
porque sé que no es posible descubrir instantáneamente todas las esquinas de tu vida. Debo admitir que me encanta ir tan despacio, así poco a poco vamos revelando el significado en nuestras vidas de la presencia de cada uno.

Te quiero con respeto,
porque cuando se trata de tomar posesión de la vida del otro, desaparece la libertad de existir. Y si esto sucediera, de repente te hallas lleno de sentimientos ajenos al cariño, por tratar de defender los derechos que Dios nos ha dado como personas.

Te quiero por lo que eres,
porque no debo hacerme ideas tuyas, de cosas que no haces o que pienso que deberías de hacer. La mente nos llena de pensamientos irracionales, el corazón de ilusiones. No puedo aferrarme frenéticamente a algún ideal egoísta, porque eres lo que eres y yo no puedo cambiar nada en ti si tú no quieres intentarlo. Más bien, debo aprender de tus debilidades y de tu forma de ser, para llenar mi vida de todo aquello que me hace bien.

Te quiero porque me das felicidad, momentos de dicha. La mejor parte del día es cuando sé de ti, porque me doy cuenta que estás bien y que te interesa saber que te quiero, y me haces saber que me quieres.

No sé cuánto se tarda en construir el cariño, toda la vida posiblemente. No había experimentado esto, soy joven. Pero le pido a Dios que me dé la sabiduría para seguir aprendiendo de ti.

Además, te quiero porque te has ganado un espacio en mi corazón exclusivo, donde no dejo que más de una persona se quede. Te quiero porque no llenas un vació, más bien me enseñas que el vació nunca existió, pero que buscamos excusas para tratar de crearlo y adueñarnos de la vida de alguien.

Comprendo lo que una vez leí: "No te quiero porque te necesito, te necesito porque te quiero".

Y corazón de hombre para amar.

El hombre continúa  aullando al cielo.
La Luna que se resiste.

Este beso supo a aullido desesperado.
Este aullido supo a beso deseado.

Calma, esa era la sensación buscada.
Que si tiene que esperar un siglo,
este lobo tiene instinto para sobrevivir.
Y corazón de hombre para amar.

lunes, 3 de octubre de 2011

Hombre. Lobo. -08 08 08 ZJAS-

Le aullaba a la Luna.
Le aullaba para que saliera.
Para que dejara de menguar.
Para que mostrara su cara albina.

De repente, caminaba rápido.
Corría para estrellarse contra la gente.
Se detiene, los mira, sonríe. Aúlla.
Les dispara con los ojos. Todos muertos.

Prefiere seguir siendo sólo el.
Solos él y la Luna.
Aullaba, aullaba. Moriría.
Por eso quería que su luz lo llevara.

Caminaba despacio, dolorido.
Alguien agonizante lo miró.
Se despedía con leves quejidos.
De cuando en cuando, un aullido.

Suavemente depositaba su cuerpo.
A la espera de algún ritmo nuevo.
Ay su corazón, tambor tenue.
Ay su mirada, perdida en el cielo.

Aúlla. Le aullaba a la Luna.
Le aullaba para que lo llevara.
Para que dejara de ocultarse.
Y le mostrara al mundo su verdadera cara.

domingo, 2 de octubre de 2011

Un sueño que no sé si deba...

Soñé que hacía algo impulsivo, loco.
No es normal en mí, como no ha sido
normal en mí mucho de lo que he hecho,
¡pero cuánto lo he disfrutado!

Te tomaba repentinamente,
te robaba un beso, lo correspondías,
y las miradas de todo el mundo
ante nosotros se hincaban.

Me volvía a los demás
y con gran prepotencia decía:
"Ahora sí tenés, gentes tontas,
bastante qué comentar".

Te miraba a los ojos, te dije:
"Tú decides, quedarte con estos locos,
o huir con este otro demente".
Y tomabas la mano que te ofrecía.

Prófugos, cómplices, los dos,
en mi caso, lo hago por amor.
Pero nuevamente he quedado
con la duda de tu opinión.

sábado, 1 de octubre de 2011

No podemos

No podemos
escondernos en las noches
para hablar de cosas de la vida
aguantando los feroces impulsos.

No podemos
seguir con los vicios
como excusa para encontrar
lo que cada uno extraña.

No podemos
fingir despreocupación
y pensar que nadie sospecha
y tratar de disimular.

Si eso es lo que no
podemos, entonces propongo
dejar libre los impulsos,
mandar las máscaras al carajo.

Si eso es lo que no
podemos, entonces sabes yo
no tengo problemas
para dejar al mundo callado.

No podemos
despertar cada mañana,
dejar un mensaje cortés,
cuando quiero devorar tus labios.

No podemos
mentirnos a nosotros,
ser un espejo de la expectativa
y llorar con cada adiós.

No podemos
ocultarnos más
¿Qué no podemos?
¿Por qué no podemos?

Si eso es lo que no
podemos, entonces dejamos
que el tiempo nos mate,
sustituir el amor por odio.

Si eso es lo que no
podemos, entonces habrá
que decidir si los demás
ganarán, o si lo nuestro se impondrá.