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martes, 1 de febrero de 2011

Monotonía es sin ti

Qué fría la noche. Pero peor aún ignorar las estrellas y la Luna, y mucho peor aún no sentir la soledad ni el viento helado... Y no extrañar tus manos.
Qué sola la casa. Pero peor aún no saber escuchar la quietud que ella alberga, y mucho peor aún no imaginarte en cada espacio ni tener fantasías a tu lado... Y no extrañar tu presencia.
Qué aburrido el estudio. Pero peor aún no tener dónde ir después de la clase, y mucho peor aún no tener la dicha de la superación y el orgullo ajeno... Y no saber de ti.
Qué cansada la música. Pero peor aún no compartirla contigo, y mucho peor que no la escuches y me alabes aunque no te guste... Y no recibir palabra alguna de ti.
Qué estúpido puedo ser. Pero peor aún si no estás para ver mi estupidez, y mucho peor aún que no me confortes y me entiendas... Y no tenerte cerca.

En este silencio te extraño tanto, en esta vida que me dio tanto desengaño, me hicieron tanto daño, sufrí tanta rabia que no pude más, me entregué para que sólo me exigieran, di todo lo que pude, lo que tuve, sacrifiqué tanto... y sólo me quedó el silencio.

Y sólo tú puedes romperlo. Llegas tú y todo es música, todo es vida, todo tiene sentido y aún creo en Dios y en la Tierra y en la Vida... Puedo ser nuevo, puedo vivir de nuevo, puedo comenzar otra vez, nada ha pasado, porque para y por ti vuelvo a nacer.

Qué extraña es la vida. Pero peor aún no entenderla, y mucho peor aún no vivirla... Y vivirla sin ti.