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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Hoy no

Hoy no es un buen día para jugar al cuerdo.
Hoy los odio con la misma fuerza con que los amo.
Hoy río de la felicidad de estar triste.
Hoy me duele algo más que el cuerpo,
y el cuerpo me duele por las heridas del alma.

Quisiera hacerles daño.
Quisiera que no me quisieran.
Pero a la vez siento que los necesito.
Sólo quiero estar solo con mi tristeza.

Imágenes pequeñas,
tiempo que se pasa rápido.
Hoy no. Hoy no seré el otro yo, el de siempre.
Hoy me doy el lujo de rebelarme. Y soñar a matarne.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Cotidiano 1

"Tengo tanta música en mi cabeza que no sé ni por dónde empezar", dijo, mientras veía su sombra caer sobre las hojas del viejo árbol.

La ciudad pintaba a lo de siempre, sólo que cambiaba el aroma por los olores típicos de la época. En esos meses, la muerte del año derramaba un incienso que hipnotizaba a cualquiera, que hacía que el paisaje estático y ruidoso pareciera nuevo cada día, y que cada uno de los olores, por más pestilente que fuera, pareciera un perfume digno de ser aspirado a todo pulmón.

"Nadie sabe dónde está María", pensó. Hace ya varios meses que no fuma, porque su corazón se había vuelto mucho más débil con las nuevas presiones que implicaba su edad, y porque había decidido que eso de trastocar dolores por vicios, era una completa estupidez. Pero cuánto deseaba languidecer en medio del sedante efecto de la nicotina.

Eran así sus noches, y sus días iguales, tal vez más felices y menos melancólicos. Y a veces soñaba que alguien lo rescataba, otras con cosas de la oficina.