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viernes, 30 de septiembre de 2011

Noches

Ella desde su puerta,
yo desde mi ventana.
Así transcurren estas noches,
entre cielo, humo y cenizas.

Las nubes que se apartan.
¡Sólo faltó una estrella!
Y también la luna viajera.

Un Dios al que le pido por ella,
una brisa que aleja la soledad.
Lejos, un poco, es cierto,
pero sé que en la distancia,
miramos la misma nostalgia.

"Siento como si lo conociera de toda la vida"

jueves, 29 de septiembre de 2011

Entiendo

Ya entiendo eso de no poder tocarte,
ahora entiendo eso de querer dejar de amarte tanto.
Entiendo tanto... tonto... tanto... viejas palabras.
Conocidos sentimientos.

Pasará la tormenta por mí, por mi corazón.
Se disiparán luego las nubes, vendrá el alba.
Tendrás por algún tiempo las llaves
de esa parte del corazón que está cerrada.

No puedo permitirme renunciar a lo que creo.
No puedo dejar de apreciarte como ser humano.
Pero ahora entiendo, conozco esas decisiones,
sé que no es nuestra intención, tal vez nunca cambie.

Pasarán algunos días antes de la serenidad,
pero continúo en las aguas de la vida.
Entiendo eso del amor sin palabras,
ahora entiendo por qué las caricias, luego nada.

Ya entiendo por qué te dolía.
No puedo permitirme que estés así.
Entiendo tanto... viejas emociones.
Pero soy distinto, puedo superarlas.

Extrañaré unos días aquel baile de bocas.
Dejaré de lado la sensibilidad.
No quiero ser tan vulnerable,
y no sé si algún día te decidirás.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Te miro en la forma que tú esperas

No me preguntes, sólo mírame a los ojos.
Entenderás que sólo espero alguna señal.
Dime si de verdad, te gusta igual que a mí,
despertar imaginando nuestros besos.

Soñarte desde mi ventana es algo, pero no suficiente.
Siempre busco excusa alguna para verte.
Si al final no entiendes mi intención,
al menos dime ¿qué puede pasar?

Te miro en la forma que tú esperas.

No soy de los que juegan con las personas.
Déjame conquistarte, yo te dejaré a ti.
Las cosas surgirán naturalmente,
es mi oportunidad de empezar correctamente.

Sabré que esta vez no seré yo solo,
ni solamente tú, más bien juntos,
al unísono de nuestros labios,
compartir la felicidad del momento.

Y me miras en la forma que yo espero.

martes, 27 de septiembre de 2011

Lo que me gusta

Ha iniciado como parte de un proceso de terapia, en el que llevo ya algún tiempo. No me importa compartirlo, tal vez pueda generar algún debate.

Lo que me gusta (lo que "busco" en una pareja):
-Que sea una profesional, ocupada en algo.
-Que sea interesante.
-Que demuestre intelecto (no se me ocurre otra manera de redactarlo).
-Que sepa compartir / debatir sobre algún tema.
-Que respete el criterio del otro.
-Que respete el espacio de cada uno.
-Que posea sensibilidad por el arte que hay en la cotidianidad.
-Que respete mi arte y mi música.
-Que posea estabilidad emocional.
-Que tenga carácter (es terrible estar con alguien que "siempre está de acuerdo", aunque en el fondo sea todo lo contrario).
-Que sea independiente.
-Que sepa demostrarme afecto.
-Que me trate con dulzura (es una bonita manera de decirlo).

Esto es por el momento, posiblemente lo edite luego.

También, tengo que pensar un poco más en qué estoy dispuesto a dar (conmigo se puede deducir perfectamente que lo que aquí pido estoy dispuesto a darlo, soy del criterio que es difícil dar algo que no se tiene).

Saludos.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Sueños e ilusiones 1

La soledad lentamente disuelta entre los dos, el espacio disminuyéndose, la cercanía muy pronta... Luego sentir su cabeza en mi pecho.
Esta noche sí hay señal, hoy sí se puede. Por un rato, olvidarse de cualquier trato extraño entre personas, dejar atrás los miedos.
Besarse.
Y el humo todavía subiendo.
Es sólo la noche, las estrellas, la tenue corriente fría, aquella extraña sensación.
El único requisito: el silencio. La única excusa: el peligro. La única obligación: sentir, darlo todo en ese beso, dejar que las emociones bailen por unos instantes. Sentir.
Hoy conoce mi debilidad, hoy me descubre. Yo me encuentro con ella. Por un instante, conocidos de tanto tiempo.
Se acaba. Vuelve la vida.
Nuevamente, casi desconocidos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

"botar mi fuerza"

Me siento solo, pero en el mundo hay alrededor de siete mil millones de personas.
Me siento triste, pero la vida es hermosa.
No estoy deprimido, sólo distraído. Algunas adversidades no podrán botar mi fuerza.

Hay gente demasiado buena que nutre mi vida. Hay gente demasiado mala que representan la hambruna.
Cualquier dificultad, aunque me haga caer, me hará crecer.

"Y no cedí, ante los regateos que me hicieron oír" (Bruno)

martes, 20 de septiembre de 2011

No es que te necesite a mi lado, es que nunca lo estarás

Posiblemente me gustó
tu risa, tu cabello.
Mirándote a los ojos
suspendí un siglo entero.

Tal vez fueron
tus razonamientos,
tu humor, tu forma de vivir,
saber un poco más de ti.

¿Qué más me gustó?
¿fueron tus besos,
fue tu cuerpo?
¿Pensar que querías más?

Tu inmutable madurez.
Saber que es peligroso
quererte en estos tiempos.
La felicidad por vivir.

Así, poco a poco,
siento que me hundo más en ti.
Y siento que tu vida ya
está planeada sin mí.

Perdóname.
Aunque duela,
no puedo continuar
con esto.

Perdóname.
Aunque llore,
no puedo seguir
fingiendo.


Perdóname.
Tal vez yo
pienso que no
merezco esto.


Perdóname.
Tal vez no me
quieres como
yo te quiero.

lunes, 12 de septiembre de 2011

¿Entonces qué has estado haciendo?

"... y lo mas resbaladizo
es creernos sin memoria..." 

(Soda)


¿Alguna vez te enamoraste de alguien que, tal vez, no debías?
-No
¿Alguna vez quisiste con pasión?
-No
¿Alguna vez construiste algo despacio, naturalmente?
-No


¿Entonces qué has estado haciendo?

domingo, 11 de septiembre de 2011

lo único que quería era quererte

Había una vez un hombre que te hizo reír. A este hombre no le importaba si no tenías mucho tiempo para él, si estabas ocupada con tus cosas, si querías más tiempo para ti misma que para él.
Este hombre disfrutaba tanto los momentos que pasaban juntos, aunque no pudiese demostrarle su cariño, porque en el fondo sabía que por sobre todas las cosas que él pudiera sentir o pensar, existía una gran y maravillosa persona en esa dama.
Había una vez un hombre que, cuando estaban solos, sólo quería hacer vibrar a la mujer con sus palabras, sus caricias, sus besos, entregarle todo, demostrarle todo lo que podía hacer. Este hombre se sentía tan feliz al ver a su compañera llena de dicha, se sentía tan orgulloso de ella al ver sus logros, se apenaba cuando ella estaba triste y procuraba que ella estuviera bien, haciendo lo que estuviera a su alcance.
Había una vez un hombre que no quería dejar de ser él por estar con esta dama. Y le encantaba que ella fuera exactamente como siempre. Sin exigir, sin pedir, sólo vivían ese instante juntos. Sólo quería respetar su libertad.
Había una vez un hombre que le gustaba que la mujer fuera independiente, que estuviera ocupada en lo que le gusta y que a ella le gustara exactamente lo mismo de él. A este hombre no le gustaba presionarla, porque era consciente de su situación, respetaba sus prioridades, conocía sus planes.
Había una vez un hombre cansado de todo lo que le habían dicho y enseñado que era el amor, las relaciones, la vida... sólo estaba seguro que quería dejar que todo siguiera su ritmo natural y aceptar lo que la vida le iba dando.
Había una vez un hombre que lo único que quería era quererte. Así como eres.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Dulce manía

Dulce manía de enamorarme de ti.
No tengo las respuestas a tus preguntas.
De repente me sorprendí observando tus ojos
¿Qué me atrajo? O ¿Qué no lo hizo?

Sólo deseaba tu cercanía,
sólo quería gustarte.
También quería sentir tus besos,
quería sentir tus abrazos.

Dulce manía de despertar con tu imagen,
de desear una noche sin nubes y luna llena,
para decirte al oído que conmigo siempre
habrá algún tiempo para estas cosas.

Sólo deseaba ser el mejor para ti,
sólo quería decírtelo.
También quería que fueras la mejor para mí,
quería sentir tus palabras.

Si no me querés, decime que no

Si no me querés, decime que no.

Uno no puede pensar "el tiempo dirá".
Tampoco "puedo tratar".

Las cosas tienen su ritmo natural,
gustas, enamoras, quieres, amas...

Si no es así, mejor decime que no.
Sería irresponsable de nuestra parte.

Si no me querés, decime que no.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Historia del oficio

Nunca he realizado un escrito de carácter humorístico en este espacio, sin embargo, por recomendación de una muy cercana amiga, escribiré una anécdota.


Una señora en determinado departamento de la Universidad donde estudio solicitó vacaciones durante algunos días de agosto, setiembre, octubre y noviembre. Esta señora, y cualquier otro empleado, cuando pide vacaciones, hace un oficio (cierto formato de carta) y se lo lleva a su superior. En este departamento yo cumplo con mis obligaciones de la beca universitaria, y se cuenta con una jefa.
Ya la jefa había dado el visto bueno y firmado el oficio. Entonces, se realiza otro oficio y se adjunta la solicitud de vacaciones. En fin...
Manuel llega, hace el oficio, adjunta la solicitud, saca copia de recibido, pero no saca copia del adjunto... oh oh... debí sacar copia también de ese.... lo sabía, pero por algún estúpido motivo no lo hice... sabía que algo iba a salir mal, pero simplemente ignoré el presentimiento.
Pues 15 días después, llega la jefa y me dice: "necesito que me ayude a encontrar la solicitud de vacaciones de la doñita esa para tramitar lo que le hacía falta" y Manuel... ups...
Bueno... yo sabía que ese oficio no estaba impreso... porque se adjunta el original y yo no saqué copia... "Hice que buscaba" en el archivo, en la recepción, en los documentos de la jefa... me pusieron a revolcar cada rincón de la oficina...
Ahora, Manuel, aplicando la lógica formal, habría hecho esto, si fuera el jefe:
     - No hay documento, entonces, solicitar documento.
     - Simplemente decirle a la señora que lo imprima de nuevo...


¡Ah, pero no! Quién sabe qué pleito ha tenido la jefa con la otra doña... entonces no se podía hacer eso...
En ese momento, entra la señora, que no había llegado, porque estaba en una reunión en no sé dónde...
Pasé de 8 de la mañana a 12 de la tarde PIDIÉNDOLE A DIOS que apareciera la señora esta... para aplicar mi solución... No importa, le digo que perdí el maldito papel, por sí soy un estudiante asistente, lo peor que me puede pasar es que me cambien de unidad ¡y ya! Pues Dios escuchó mis plegarias...
Aparece la señora esta, yo con hambre, agruras, taquicardia, hiperventilación... porque la jefa es demasiado necia... pasaba encima mío diciéndome: "revise aquí, revise esto, revise lo otro...", "ay Manuel, si eso no aparece la que se arma...". Lo más divertido de todo esto es Manuel salvando su pellejo...¡¡¡haciendo que busca algo que sabe que NO existe!!!
Cuando llega la doñita, yo con toda la pena del mundo le digo: "Ay doña tal, viera qué torta, no ve que perdí el oficio tal y la jefa me lo está pidiendo.... ud me lo puede imprimir" por sí la doñita esa es una señora bastante mayor, de buen corazón. Y listo.... mágicamente tenía en mis manos un oficio nuevo, sellado, firmado...
Le saqué copia, boté el original, nadie se dio cuenta, le doy a la jefa "la copia que estaba buscando".... y Manuel fue feliz para siempre.... cualquier cosa, la copia esa se había ido al fondo del archivo, por eso no aparecía....
Y Manuel pudo ir a almorzar...

08/09/2011


Llegó, porque tenía que llegar.
No sé si se va, si se acaba.
Lo siento y lo quiero brindar.
Sueño con él, lo espero.
No sé si es correspondido.
Sufro porque no sé si deba expresarlo.
¡Y crece cada día más cuando es para ti!

(Idea de una persona especial)

martes, 6 de septiembre de 2011

Sin pena, me gusta más así

Odio la incertidumbre.
¿Quieres, o no quieres querer?

Sería tan genial una señal más clara.
Y que dejaras de calcular el espacio
para dejar caer tus manos alrededor de mí.

¿Sabes lo mismo que yo?
¿O acaso soy un paranoico?
Para mí es una vieja sensación.

Un no sería un viejo conocido.
Y lo contrario, no creo
que yo quiera detenerlo.

Me encantaría que fueras directa.
Sin pena, me gusta más así.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Y nada cambió la patética existencia

Te llenas de orgullo.
Yo de tristeza.
¿Qué nos pasa?

Qué sencillo es perder la confianza,
el respeto también. Tan sencillo.
Se pierde o se gana. Así no más.

Y estás llena de orgullo.
Yo de tristeza.
No quiero estar así

¿Por qué me afecta? ¿Qué me pasa?
¿Será por la falta de lo que
se nos había hecho costumbre?

¿Será por esta patética existencia?
Pero si ya era así antes.
¿Entonces?

Seguro fue por darme cuenta de que es patética.
Y que de alguna manera alguien compartía esa sensación.
Y que se hacía más fácil sobrellevarla.

Te llenas de orgullo.
Yo no quiero esta tristeza.
Sé que tengo humildad.

Reconozco mis fallos.
Me arrepiento, aprendo.
Y dejo atrás lo que fui.

¿Será suficiente?
¿Estás bien?
Porque ya no sé nada de vos.

Me da pena aceptarlo,
te extraño. Extraño
lo que se había hecho costumbre.

Te llenas de orgullo.
Yo sigo con tristeza.
Y nada cambió la patética existencia.

¿Qué hago?
No seguiré así para siempre.
Y no sigas, que te haces daño.