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jueves, 15 de octubre de 2009

Cruzando puentes

¿Por qué no aprovechar las oportunidades que la vida ofrece para crecer y aprender?

A través de algunos años, lo que he vivido, leído, visto, escuchado y hecho me ha servido para huír de algunos males:

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¿Son el nacionalismo, la política, la religión, y la guerra el resultado de una mentalidad humana primitiva? ¿Es la verdad una ilusión? ¿Cómo puede el cristianismo reclamar primacía, o dictar la moral?"

He aprendido que el nacionalismo es parte de la cultura, es un instrumento de ella, no un fin. Estoy orgulloso de haber nacido en mi país, pero no soy un fanático.

Mi color político es el de la verdad y la transparencia. Apoyo a quien deje de lado su propio beneficio y a quien busque el bien común.

¿Religión? Si hay un sistema que me ha decepcionado, es este. Para quien decida creer, puede hallar a Dios en la sencillez y la delicadeza de la vida.

La guerra, en definitiva, es una respuesta primitiva ante la posible pérdida de orgullo. Se supone que el humano actual ya no es primitivo...

La moral no depende de ninguna religión. Creo que Krishnamurti aquí puede ayudar un poco.