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viernes, 19 de abril de 2013

A falta de gente para matar el tiempo

Se sienta ausente junto al instrumento de la felicidad
y derrama un par de gotas grises mientras lo acaricia.

Se queda atrapado entre dos consonantes
mezcladas con notas disonantes.
Mira hacia el vacío de la ventana
y se pregunta ¿hasta cuándo?

A falta de gente para matar el tiempo,
el tiempo está matando a la gente.

¡Que dejen los pesados cristales abiertos!
¡Que nadie se interponga en su último respiro!
Escucho el llamado insondable del dedo que me apunta,
¡llegó la hora! y todavía no sé escoger el camino.


"Yo no sé cómo escribir lo que les digo"
"Yo no sé cómo decir lo que escribo"

Yo no los entiendo, entiendan esto.
No nací para ser siervo vuestro.
No busco que me entiendan.
Háganse a un lado, necesito respeto.


A falta de gente para matar el tiempo,
el tiempo está matando a la gente.


A falta de gente para matar el tiempo,
el tiempo está matando a la gente.


A falta de gente para matar el tiempo,
el tiempo está matando a la gente.


A falta de gente para matar tiempo,
la gente me está matando.