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sábado, 21 de abril de 2012

Dama de lluvia

Quería entender el aroma de tu ausencia.
Ahora que la lluvia ha caído.
Perdida como mujer de agua y viento,
te marchaste lejos para no recordar.

Querida, perdido estoy en los arabescos
de alguna imagen de la comisura de tu vientre.
Canción no seré hasta que caiga la lágrima,
que por ti está reservada en el rincón azul.

Quería comprender la falta de tus tardes,
por qué no hay señal alguna de tu cotidiano reír.
¿Será que te desviaste tanto del corazón,
que ya ni en tu mente cabe el recuerdo?

Querida, me hago el fuerte para no correr
al abismo mortal de tus engañosos abrazos.
Caricias que no tendré ni hoy, ni mañana, ni nunca;
que para ti siempre fui error, siempre desliz en tu vida.

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