Buscar en este blog

sábado, 20 de marzo de 2010

La carta del adiós

Esta es una pequeña canción inspirada en una grave situación que ha atravesado una amiga.


Lo siento, me voy.
No soporto más este encierro,
entre mentiras y la farsa
de la seguridad de este hogar.

No quiero irrespetar
tu privacidad ni tu vida.
No quiero que llegues tan lejos
sólo por desconfiar de mi.

Y cuando leas esta carta,
estaré tan lejos que ni siquiera
tus recuerdos me puedan
alcanzar ni atrapar.

No tengo a dónde ir,
no tengo suficiente dinero.
Pero prefiero navegar a mi suerte
que insistir en esta pesadilla.

Llámame idealista pueril,
pero si no puedo ser feliz,
prefiero seguir bajo un riesgo
que me haga vivir.

Y cuando leas esta carta,
estaré tan lejos de ti,
que ni siquiera tus palabras
podrán mencionar mi nombre.

Quiero que entiendas que ya no quiero
arrastrar este yugo y sentir
que cada movimiento que haga
te hará infeliz, por mí.

No sé cómo llegaré al final,
ni siquiera si existe uno.
No sé dónde la noche pasar,
siquiera si sobreviviré.

Pero ya no puedo más,
soportar, tu culpabilidad.
Soy yo quien decide qué hacer,
adiós, nunca me volverás a ver.

Y cuando leas esta carta,
estaré tan lejos de aquí,
que ni aunque me persigas,
me lograrás encontrar.

¿Y a dónde vas a ir?
Tras de mí.
¿Y a dónde vas a ir?
Tras de mí.

Quiero que entiendas que ya no quiero
arrastrar este yugo y sentir
que cada movimiento que haga
te hará infeliz, por mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Los comentarios son bienvenidos! Pero, por favor, sigue las normas de urbanidad.