Como amarte a ti,
a punta de abrazos y besos al aire.
Que es lo que me está permitido.
Pero igual sé que lo disfruto.
Y te encanta.
Lo mismo que tus palabras hacia mí.
¿Quién pudiera entender realmente?
No voy a ponerle barrotes al corazón.
Llega el día, el calor del sol.
O tal vez sea como una corriente repentina.
Lo importante aquí es que mi alma se va lejos.
Y ya no soy yo quien grita.
Soy libre.
Como quien ama las cosas,
o las personas importantes, o las rosas,
o el atardecer y el aroma perdido de la casa vieja.
¿Y si no estás junto a mí?
El amor no puede ser ciego,
simplemente se ama, se entrega, se da.
Y sólo es por la vida que las cosas toman formas distintas.
¿Quién soy yo para decir qué es amor?
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