Buscar en este blog

sábado, 25 de febrero de 2012

Café en la tarde

Vos sabés que me encanta ser un caballero.
Tocar tu mano para darte apoyo,
pero no demasiado, para que no sientas que abuso
del poder del calor humano.

Sabés que me encanta apoyar mis ideas,
con gestos graves, concisos.
Pero es para que veas que me siento seguro,
que no necesito dinero para que entiendas.

Si tal vez mi vestimenta no apoya mi pulcritud,
será para demostrarte que aún puedo ser joven.
Pero que no te confunda mi lenguaje sofisticado,
que también soy imperfecto, como cualquiera.

Sé el poder que tienen las palabras.
Me gustaría decirte al oído:
"La Luna se posa sobre nosotros,
como iluminando el camino que nos queda".

Pero conozco los peligros de la lengua,
y que no me condene ella a ser mal entendido.
Sólo me gusta ser caballero,
no para que lo notes, no para que lo quieras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Los comentarios son bienvenidos! Pero, por favor, sigue las normas de urbanidad.