El camino, solitario
Abierto ante mí
Ha
estado mojado,
Ha sido
fuego por el ocaso
Ha
estado oscuro
Incluso
me ha amenazado
Recuerdo
los tiempos en los que te contaba
Sobre el
camino, la lluvia y el lago
Sobre
planes de huir del mundo juntos
Sobre la
vida plena al otro lado
Pero no
sólo yo controlo mis caminos
Siempre
hay alguien, algo supremo
Diciéndome
al oído “esto sí, lo otro no”
Y yo
que soy sólo humano,
¡Ay de
mí si no le escucho!
No vale
apuntar culpables,
No vale
hurgar lo pasado.
¿De qué
sirven ya los hubiera?
¿A quién
le importa ya lo dejado?
Más
bien como el camino,
Siempre
directo, siempre avanzando
Con sus
curvas cerradas y su oscuro asfalto
No
podemos adelantarnos, no podemos ir más rápido
Siempre
avanzando, con la vista en alto
No mires atrás, no te sigas lamentando.
No mires atrás, no te sigas lamentando.
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