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domingo, 20 de junio de 2010

Capita

Grito al cielo, ¡qué me pasa!
Me siento como un cerdo, 
mis manos son pezuñas
que golpean el plástico sin parar.

Es entonces cuando me volví autómata,
el público que me ve exclama su asombro.
Y en la realidad las almas caminan bajo la lluvia
evaporada de la destrucción humana.

¡Dios mío, por qué yo!
Ya no me siento... ¡no me siento!
¡Me volví de esta raza, perdí mi cabeza!
!Entonces soy de estos, sin corazón¡

Soy un cerdo, un dispositivo.
De noche me conecto para cargarme a medias.
De día me someto a las más duras pruebas de rendimiento.
Y soy arrebatado de mi naturaleza: la pasión.

Lo peor es que me sucedió como a todos.
Sin darme cuenta, con la oscuridad, o con la luz falsa.
Ahora resulta que me dicen que soy "indispensable" en el sistema.
Cuando siempre he sabido la receta para perder la conciencia.

Y soy parte. Estoy atado a la espada que marca eso llamado horas.

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