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martes, 7 de diciembre de 2010

Mañana... mejor después

Me encanta tu sonrisa, no me concentro en nada más, porque como el pequeño detalle de la nube, la sensación del Sol o la brisa de la mañana, eso es lo que puedo recordar.
Me encanta tu lunar, encima de tu labio, en tu pecho y en tus manos, porque como el primer brillo del día, la primera estrella y el último rastro de la lluvia, eso es lo que puedo recordar.
Ya se me olvidó cómo era, qué dije o cuándo lo hice, pero sé que nadie ni nada podrá arrebatarme el instante que supe de tu amor, y que mi corazón estaría dispuesto aceptarlo.

Cada vez que sonríes, que me tomas de la mano, que me das un beso, por pequeño que sea, me vienen a la mente mil amaneceres, mil atardeceres, el olor de la mañana, la lluvia que me encanta, el Sol que aparta el frío de mis pensamientos, la inteligencia que me falta y el humor que me sobra, el canto de la naturaleza y el de tu risa, que me hacen estremecer y me recuerdan porqué te besé aquel 3 de marzo en aquel parque.

Y eso es todo lo que puedo hacer y recordar.

Perdón si me pongo estúpido, pero esta "estupidez" me hace como soy. Y me hace amarte.

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